Lugares con encanto

San Nicolás y otros cuatro miradores para enamorarse del atardecer de Granada

El más famoso de los miradores de Granada, cuya placeta es una visita obligada para todos los turistas. Ofrece inmejorables vistas del conjunto de la Alhambra y el Generalife. Los puestos de artesanía y los músicos callejeros tocando, cantando y bailando flamenco son parte de su esencia en el corazón del Albaicín. Un clásico de las puestas de sol granadinas.

Unas impresionantes vistas de Granada desde las alturas han convertido este mirador en un lugar de peregrinaje para turistas y granadinos, que pueden disfrutar de una espléndida puesta de sol. Desde aquí tenemos una visión panorámica de la Alhambra, el Sacromonte, el Albaicín, la ciudad y su vega.

En pleno Sacromonte, el mirador de la Vereda de Enmedio ofrece una de las vistas más pintorescas de la capital. Rodeado de cuevas, la puesta de sol se disfruta a ritmo de zambra con vistas a la Alhambra y los jardines del Generalife. La panorámica también abarca la Silla del Moro, el Bajo Albaicín y el centro de Granada.

El lavadero de la Puerta del Sol es un rincón casi desconocido del barrio granadino del Realejo. Debe su nombre a una antigua puerta de la muralla zirí. Tenía su entrada orientada hacia el este, por donde se levantaba el sol. Este mirador es otro de los puntos de la ciudad donde el atardecer parece mágico. Las vistas a la Catedral completan la estampa.

El mirador de San Cristóbal ofrece una de las mejores panorámicas de Granada. La Alhambra y el Palacio de Carlos V por el lateral, y Sierra Nevada al fondo se dejan ver aunque sus vistas están orientadas hacia el oeste. Destacan otros monumentos como la Catedral, el Palacio de Dar al-Horra, la Iglesia de San Cristóbal o el Convento de Santa Isabel la Real. Además, las murallas ziríes del siglo XI completan la vista. Una puesta de sol para recordar en una de las zonas más altas del Albaicín.