Senderismo con niños a diez minutos de Granada

Las márgenes del río Genil ofrecen una oportunidad extraordinaria para adentrarse en la naturaleza y recorrer a pie y de forma sencilla una ruta para toda la familia en lo que se conoce como sendero de la Fuente de la Bicha o 'ruta del colesterol'.

Hoy queremos centrarnos en la parte más especial de esta ruta, corta, apta y fácil para hacerla con niños. Es un recorrido muy frondoso y que está espectacular en primavera y que cambia completamente de color en otoño: el tramo que une Cenes de la Vega con Pinos Genil.

Es un sendero próximo al agua que permite a personas de casi cualquier edad hacer una ruta corta, de no más de 40 cuarenta minutos, pero que resulta un auténtico disfrute.

Está muy cerca de la capital y de los otros pueblos del Área Metropolitana, así que en apenas diez minutos o un cuarto de hora podemos empezar ya a caminar e incluso volver a casa a comer, si lo que queremos solo es airearnos y tener un poco de contacto con la naturaleza. La otra opción es calcular el tiempo del recorrido y reservar en alguno de los restaurantes de la zona. Se llegará a tiempo.

Si se va en coche: Se puede dejar el vehículo frente al restaurante 'Los Pinillos' (cómo llegar) donde hay una zona para dejar el coche. Desde el mismo 'parking' ya se divisa la ribera del río. Apenas hay que andar un poco hacia la izquierda por un carril bici y se verá una bajada para comenzar la ruta.

Si se va en autobús. El autobús 33 sale desde Granada capital y deja justo pasado el restaurante Los Pinillos, en frente de la bajada para comenzar la ruta.

Es prácticamente plano, nada abrupto, con apenas piedras. Además está cubierto en su mayoría con abundante vegetación, lo que hace que sea especialmente agradable en los días de calor.

No siempre es fácil bajar al río, aunque sí nos encontramos durante el recorrido tramos despejados.

Es prácticamente imposible perderse. La única decisión que hay que tomar es qué margen del río queremos hacer. Incluso se puede cambiar de una a otra en uno de puentes que podemos encontrarnos por el camino.

No es fácil divisar animales en esta ruta tan corta, aunque durante el recorrido siempre estaremos acompañados por el canto de los pájaros: ruiseñores bastardos, currucas, carboneros, herrerillos, pinzones...

La vegetación es muy frondosa, sauces, álamos...; durante el recorrido no es infrecuente hallar mucho cañaveral en los laterales y árboles desplomados sobre el cauce.

Es una ruta bastante transitada los fines de semana

Suele haber perros sueltos de otros senderistas. En ocasiones, pasan caballistas.

Es muy frecuentada por ciclistas, por lo que de vez en cuando hay que apartarse para dejar paso. Hay que tener cuidado con los niños en estos casos y con los perros pequeños.

Hay que tener cuidado si cruzamos algún puente sobre el río, sobre todo por los niños. Algunos son antiguos; las barandillas no son muy seguras y están un poco sueltas. Mejor no apoyarse.