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Migue Montes y Carlos Fernández celebran el tanto del definitivo empate a dos, una volea de muy bella factura. juan Pedro
El Real Jaén y el Torredonjimeno vuelven a firmar tablas en La Victoria

El Real Jaén y el Torredonjimeno vuelven a firmar tablas en La Victoria

Julio fue expulsado justo antes del descanso, pero el conjunto blanco, a pesar de la inferioridad, mejoró sus prestaciones y tuvo opciones de victoria

josé a. gutiérrez

Jaén

Lunes, 26 de octubre 2020, 00:45

Muchos partidos distintos en noventa minutos. Real Jaén y Torredonjimeno ofrecieron un carrusel de emociones, un duelo con giros inesperados de guión en el que cualquiera pudo ganar, los rojiblancos debieron hacerlo, y al final los blancos, pese a desempeñarse 45 minutos en inferioridad, se quedaron con la sensación de lo que pudo ser y no fue. Simplificando el absurdo que por momentos se vio sobre el campo, de cultivo más que de juego, un empate justo en el resultado y plagado de errores grotescos y sonrojantes.

El Torredonjimeno desperdició ayer una gran ocasión para haber sumado los tres puntos y, de paso, dejar tocado a un Real Jaén que arrancó sumergido en un profundo mar de dudas y que acabó dando la sensación de que pudo haber dejado la victoria en su faltriquera. Pero a los rojiblancos les abandonó la gasolina en la segunda mitad y dieron por bueno el punto. Valioso por sumarlo ante un rival directo y en un escenario, a priori, hostil.

El equipo de Manuel Chumilla salió bien plantado sobre el terreno de juego. Se apoderó del esférico y ejerció una tiranía cimentada en el centro del campo con la que marcó el ritmo del choque en sus primeros compases. El Real Jaén no encontró su fútbol en este inicio de partido. Faltaba precisión en los pases y movilidad en las líneas para abrir espacios.

Los errores cotizan al alza en la casa blanca. Un pase atrás se convirtió en una medida asistencia a Joselillo que acabó derribado en el área por Paco Torres. Era el minuto 17 y Adri Paz transformó la pena máxima.

Poco después Jorge Vela le robó la cartera a Branco y enfiló a Ángel de la Calzada, pero Adolfo con su corpulencia metió el hombro y acabó derribando al ex de los blancos justo al borde del área. El colegiado consideró que era una carga legal, pero lo cierto es que estuvo más que al límite de lo permitido y era el último hombre.

Gazapos

Hasta el minuto 24 no llegó el primer disparo entre los tres palos de los locales. Llevó la firma del capitán Juanma Espinosa, sin peligro para Emilio.

Los gazapos de los blancos resultaban obscenos. Yse hacían más notorios ante un conjunto rojiblanco sólido y bien trabajado.

Pero nunca hay que dar por muerto al Real Jaén. El empate llegó al filo del descanso con una subida de Paco Torres por la derecha, que conectó con Migue Montes y éste con el ariete Carlos que fue, en una acción trabada, el que acabó alojando el balón en la portería rival tras remate con la testa. Partido nuevo.

Con todo, hubo tiempo para más emociones. El partido había tenido las revoluciones, por momentos y a falta de buen fútbol, elevadas. Yal descanso se llegó con una tarjeta roja para Julio que fabricaron entre Jorge Vela y Chico.

El duelo había arrancado sin mucha gente en las gradas, y con gran cantidad de los asistentes enojados contra la gestión de Andrés Rodríguez, aunque ayer, misterios insondables, no manifestaron su malestar cuando el jefe de la tribu blanca, Andrés Rodríguez, ocupó su lugar en el palco.

Jaime Pérez introdujo cambios. Juanma Espinosa, una vez cumplida su sanción, cogió el timón de la nave blanca. En el lateral zurdo José Luis, tras su destacada actuación en la segunda parte en Loja y la pareja de central de Branco, Adolfo. Además,acompañando a Carlos en ataque, Migue Montes.

El guión no cambió un ápice en el segundo round. Los de Chumilla dieron un paso al frente en la reanudación. Yaprovecharon la inteligencia de los tosirianos al sacar rápido una falta que afloró la ingenuidad blanca y morada. Lara se quedó solo ante Ángel de la Calzada, con los locales cazando moscas, y no falló en la definición.

La calidad al final siempre acaba asomando. En el 66 el Real Jaén destiló la mejor acción del duelo. Migue Montes se asoció con Montiel y Carlos puso la definición quirúrgica para firmar el empate a dos con una bella volea. Su tercer tanto en dos jornadas. Un gol que surgió de la nada y que abrió una puerta colosal en una defensa tosiriana que empezó a conceder regalo tras regalo. A punto estuvo de llegar el tercer tanto local en varias llegadas por la izquierda.

Posible penalti

Migue Montes reclamó un penalti que no señalaron los colegiados cordobeses. El cansancio, mezclado con temor, estaba haciendo mella en un Torredonjimeno espeso y encogido. Chumilla no se lo creía. El partido había ganado en emoción e intensidad. También en una grada que, ahora sí, entonaba el ya clásico «¡Rodríguez vete ya!».

Al Torredonjimeno le seguía quemando la bola ante un Real Jaén crecido y con una fe inquebrantable, que pudo haber celebrado el tercero en una combinación que Charaf no logró culminar. Pero el duelo se fue apagando y ambas escuadras dieron por bueno el empate. Mucho por mejorar, aunque el Torredonjimeno cuenta con una mayor base.

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