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Sabor universitario en una cofradía

Sabor universitario en una cofradía

Los Estudiantes hicieron una estación penitencial llena de recogimiento

Fernando Argüelles

Jueves, 13 de abril 2017, 03:02

Pasados unos minutos de las cinco de la tarde se abrían las puertas de San Justo y Pastor y se ponía en la calle el cortejo de la cofradía de Los Estudiantes. A esa hora la plaza de la Universidad era un hervidero de gente, y hasta alguno intentaba subirse a la estatua de Carlos V, que preside la plaza, para tener la mejor perspectiva de la salida del cortejo.

La cruz de guía encabezaba dos largas filas de nazarenos que en silencio, y con gran respeto, iniciaban una estación penitencial que terminaría casi cinco horas más tarde, ya que esta cofradía es de las que menos tiempo está en las calles, recogiéndose pasadas las nueve y media de la noche tras haber realizado su estación de penitencia en la cercana Catedral. El paso de Jesús de la Meditación, llevado por costaleras, cruzaba el dintel de la puerta de San Justo y Pastor a los acordes de la Agrupación Musical Dulce Nombre de Jesús. El completo misterio despertó la ovación de todas las personas que llenaban la plaza de la Universidad. Aplausos para el andar de la cuadrilla femenina del paso, que fue encadenando distintas marchas hasta que se perdía por la calle Málaga, bordeando el jardín botánico de la Facultad de Derecho.

Viendo la salida de la cofradía, algunos se acordaban de la anterior etapa de esta cofradía, hace ya más de una década, cuando llegó a procesionar hasta cuatro pasos, saliendo unos de la iglesia de San Justo y Pastor y otros desde la Facultad de Derecho. Hoy en día mucho ha cambiado la cofradía, ganando en su puesta en la calle y, sobre todo, en su actividad de hermandad durante todo el año. Ayer se pudo observar como su cortejo de hermanos sigue creciendo, tanto el número de nazarenos como el de camareras.

El paso de palio de la hermandad, que por vez primera salía a las calles el pasado año, estrenaba en esta ocasión avances en su ejecución. Así, se ha podido ver nuevos elementos en el mismo, como nuevos elementos de su crestería. Poco a poco la hermandad está consiguiendo tener un palio lleno de clasicismo para la dolorosa que tallara el malagueño Israel Cornejo en el año 2005, por lo que es la imagen mariana más actual que sale cada Semana Santa a las calles. No faltó, en la salida, el canto habitual de la tuna, ya que nunca hay que olvidar la vinculación universitaria que tiene la hermandad.

Faltaban unos minutos para las siete y media de la tarde cuando llegaba a la calle Ganivet la cofradía. Entraba así en la carrera oficial, llegando hasta la plaza de las Pasiegas con el recogimiento del que hizo gala a lo largo de todo el recorrido. El paso de misterio subió con maestría la rampa, a los acordes de la Agrupación del Dulce Nombre, mientras que el palio lo hacía con gran elegancia a los acordes de las marchas interpretadas por la Banda de Música Virgen de los Remedios, formación musical que toma el nombre, precisamente, de esta dolorosa. Poco después finalizaba su estación de penitencia en la plaza de la Universidad donde, incluso, llegó a oírse alguna saeta.

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