Semana Santa de Granada

La devota más oriental de María Santísima de la Alhambra

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Fermín Rodríguez

Vestida entera de negro acude Gracia a las puertas de la parroquia de la Encarnación. La procesión de la Alhambra arranca en menos de hora y media desde la entrada del conjunto monumental. Muestra sus apellidos Cheng Chow en la entrada, lo que la identifica como una de las camareras de la cofradía. Nacida en Hong Kong, territorio perteneciente a China actualmente, forma parte del Sábado Santo granadino desde hace casi 25 años de la mano de su hijo.

«Llegué a Granada en los años 80 procedente de mi país. Algunos años más tarde nació mi hijo Francisco y lo bautizamos en la parroquia de la Encarnación de la Alhambra. De más mayor se hizo hermano y ya animó a unirme», relata ella misma a IDEAL desde un banco de la iglesia. Se expresa con un castellano cortito, pero suficiente para hacerse entender con los hermanos más veteranos, que la saludan con dos besos y un sentido abrazo. Como una mantilla más.

Gracia regentó en el número 23 de Pedro Antonio de Alarcón un restaurante asiático durante años. Ahora está jubilada, pero se mantiene en forma. Motivo por el que no duda en subir por la Sabika para contemplar a su María Santísima. «Me parece un paso muy bonito. La Virgen, el Cristo, las flores... Me gusta mucho. No salgo en la procesión, pero siempre vengo», detalla. Tras la suspensión del cortejo por la lluvia, los hermanos inician un rezo. La camarera no se queda atrás.

La hongkonesa participa como una más. Chapurrea la plegaria y cierra con un claro 'amén'. La intención es lo que cuenta, pues la fe va más allá de la palabra. El resto de alhambreños la acogen con completa normalidad desde su entrada en la cofradía. Palabra de Cheng, la devota más oriental del Sábado Santo en Granada.