El florista cofrade de los exornos variados en Granada

Uno de esos floristas cofrades es Francisco Ayala. Un apasionado de las composiciones florales, las mezclas de texturas y colores y de las nuevas variedades que se van presentando en el mercado mundial de las flores, buscando siempre creaciones florales desde el estilo más clásico y cofrade a soluciones más contemporáneas sin perder la esencia. Son numerosos los pasos, de misterio y palios, que apuestan, cada vez más, por combinar distintas especies de flores en sus Estaciones de Penitencia. Este joven rondeño de 35 años, que se vino a estudiar Ciencias Políticas a Granada, se quedó en la ciudad y empezó a formar parte de ella gracias a la Granada cofrade y sus grupos jóvenes. A principios de los 2000 se asentó la costumbre de pasar buenos ratos, los viernes, en las Casas de Hermandad que tenían barra, sobre todo del Realejo. Francisco comenzó, gracias a una compañera de una asignatura de libre configuración sobre la Escuela granadina impartida por el profesor Miguel Luis López-Guadalupe, a disfrutar de ese ambiente y esas veladas que le encantaban. Sin embargo, algo le cautivó aún más: los altares de cultos de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos que lo llevaron a ser hermano de Tres Caídas y Rosario.

La forma, el color, su disposición... hasta el último detalle tiene su significado en los exornos florales. Ayala tuvo su primera oportunidad en los cultos de su cofradía granadina. Ahí pudo ir aportando y cumpliendo el sueño que había tenido desde niño. Siempre disfruto con el lenguaje de las flores aunque fueran unas sencillas margaritas recogidas del campo tras un paseo con su padre. Existe todo un lenguaje, un código que llena de calidez y armonía sirviéndose de la sencillez de las flores para enaltecer la belleza de las imágenes y reconocer a sus cofrades. Francisco supo verlo y plasmarlo una tarde de octubre cuando tuvo la oportunidad de poner las flores al palio de su Virgen. Tras la pandemia, cada trabajo cofrade que hacía lo subía a un perfil de redes sociales. El boca oído o mejor dicho el 'folow to folow' de las redes sociales logró que se conociera mucho más su trabajo hasta ser el responsable de todo lo que conlleve flores en las hermandades de Dolores de Maracena, Rescate, Santo Cristo de San Agustín, Huerto, Esperanza, Paciencia y Penas, Soledad de San Jerónimo, Santa María de la Alhambra, Rocio, Sacramental del Rosario y María Auxiliadora de la Alhambra.

A la hora de decidir el exorno floral se tienen en cuenta dos aspectos fundamentales: tiempo litúrgico, pasaje del Evangelio que ha servido de inspiración para el paso de la Estación de Penitencia, advocación o qué caracteriza a la cofradía. No es lo mismo completar un Cristo que una Virgen. 'Componer con flores es como pintar un cuadro. Cuando aprecias una pintura y aprecias el color rojo de una cortina y cuando te acercas ves que se ha logrado con naranjas, marrones y blancos, pues lo mismo hago yo con las flores tú te acercas y a lo mejor te vas a encontrar una naranja pero muy pequeñita un detalle de marrón un detalle de a lo mejor algo blanco. Por ejemplo, en el altar del Cristo del Rescate, el primer viernes de Cuaresma, de lejos se veía completamente morado, pero si te acercabas tenía flores blancas, pequeños detalles que enriquecen' afirma Francisco desde su taller del barrio de la Magdalena donde no para estos días.

Rosas baccarat, Skimmias, Rosa de pitiminí, Clavel barbatus, Fresias, Lisiantus... Claveles y lirios siguen siendo las flores por excelencia de la Semana Santa , sobre todo, en los exornos florales pero ahora vemos composiciones asombrosas y bellas. Para Ayala y su equipo, -Jose Carlos y Ana, la forma en que se disponen las flores tampoco se deja al azar. Cada una tiene su significado. Pueden colocarse en los fanales —los jarrones—en los laterales de forma redondeada o terminarlos en punta. Los redondeados son de hermandades más populares mientras que los de punta recrean la silueta de un ciprés y transmiten espiritualidad, silencio. Los exornos redondeados son habituales en hermandades con mucha tradición y han apostado por traer a la ciudad las jarras en forma de fanal. Reunir las rejillas y esponjas necesarias para cubrir cada milímetro del paso, crear estructuras para las formas, llevar las flores a los templos, cuidar del altar de un quinario... Nuestros floristas viven días de enorme trabajo pero también de gran tradición y responsabilidad. Los exornos florales se ajustarán a los tiempos, crearán nuevas modas. Eso sí, jamás se perderá su verdadero sentido: ser el complemento que realce la belleza