La hermandad del Trabajo y la Luz procesiona sobre el puente romano. pepe marÍn

Lunes Santo bajo el miedo a la lluvia

Las cinco cofradías de ayer pudieron cumplir sus recorridos procedentes del Realejo, Zaidín, Carrera del Darro y el centro de Granada

Jorge Martínez

Granada

Martes, 12 de abril 2022, 00:28

Después de la espléndida jornada del Domingo de Ramos en la participación de público y la bonanza climática cabía mirar más al cielo y consultar aplicaciones meteorológicas. En los templos por la mañana existía esa posibilidad y ante cualquier posible eventualidad la cofradía del Rescate determinó cambiar la túnica del Señor de la Magdalena por una sencilla sin bordados, en color blanco, temiendo a la calima. Días atrás la imagen había sido vestida por el responsable, José Manuel Rodríguez, con la llamada 'túnica persa' de comienzos del siglo XX. «A mí me da igual la que le pongan, lo importante es que lo estamos viendo en la calle», decía en Alhóndiga un joven a su novia cuando esta mostraba su contrariedad. «A mí me gusta verlo con la persa», apostilló la acompañante.

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El cortejo morado y muaré de la cofradía del Rescate ponía el estreno en la calle de su agrupación musical dirigida por David Jiménez que ya ofrecía todo un concierto de marchas que unió a 'La Saeta' en la misma calle Puentezuelas después de interpretar 'Nuestro Señor' y 'Sagrada Cena' tras el himno nacional. Además se estrenó el libro de venia de la cofradía, donde se firmó la autorización para realizar la estación penitencial a las nueve menos diez de la noche. Es un trabajo de Paula Orfebres, de Lucena.

Pero no había sido la primera hermandad en realizar su salida procesional en el día de ayer. Abrió la jornada la hermandad de la Oración en el Huerto de los Olivos con la música que ponía la banda de Jesús Despojado de sus Vestiduras, poco después de las cinco de la tarde. Ilusión y devoción en las puertas del monasterio donde se presentaban sus pasos procesionales, adornado el primero con plantas silvestres, con alhelíes, rosas, jacintos, estátice, flor de cera e iris morado. El paso iba mandado por Juan López y la música se la ofrecía la banda de Jesús Despojado con su impresionante y personal presentación con los llorones de plumas que invadieron el Realejo en el Lunes Santo. Tras el de palio, la banda de Armilla interpretó la clásica 'Amargura', mientras abandonaba el atrio del monasterio contemplativo y después interpretaron 'Corpus Christi', bajo la dirección de Melchor Perelló.

Fuerza zaidinera

El largo recorrido de la cofradía del Cristo del Trabajo dejaba por delante más de diez horas de estación de penitencia, del Zaidín al centro de la ciudad y de nuevo el regreso, donde podría haber más probabilidades de lluvia. El cabildo de oficiales determinó la salida y el barrio agradeció esa determinación ofreciendo una ovación al momento en el que se abrieron las puertas del Corpus Christi y se dio salida a la Cruz de Guía. Cuarenta y cinco parejas de hermanos vistiendo el granate y color crema de las túnicas de capa de la cofradía zaidinera que llevaba también el respaldo y calor de las cofradías de la Lanzada y Redención en sendas representaciones. La agrupación musical Virgen de las Angustias, de Alcalá la Real, dirigida por Francisco Manuel Rosales, acompañó al paso de misterio que ofrecía ya parte de su visión definitiva con el dorado del frontal de la canastilla. Al frente, Rafael Pérez, un veterano del martillo con su cuadrilla femenina que lo dio todo bajo las trabajaderas a costal del primer paso de la hermandad. Sonaba tras la Marcha Real la composición litúrgica 'Oh pecador', mientras el paso de misterio caminaba por la calle Polinario. Después, más de ochenta parejas de camareras precedían a la Virgen de la Luz con la compañía de la banda Felipe Moreno de Cúllar Vega que interpretó 'Encarnación Coronada' desde el interior de la iglesia.

La hermandad de los Dolores no dudó en hacerse a la calle y desplegar su cortejo blanco por la Carrera del Darro para cumplir con su estación de penitencia de cada Lunes Santo. La Dolorosa de Aurelio López Azaústre, con su habitual arreglo de flor en tonalidades color rosa a juego con el palio, con rosas y lilium, y algunas variedades de la misma tonalidad, se presentó en la calle después de salvar de rodillas la altura del acto del templo de la Carrera del Darro. Espléndida presentación de la Virgen de los Dolores vestida por Francisco Garví y generosa entrega de la cuadrilla que manda Antonio Rodríguez, acompañado por su hijo Antonio Javier y José Javier Garrido en la esquina trasera. En el paso de palio se habían situado siete cirios con los otros tantos Dolores de la Virgen y tres más recordando a los cristianos perseguidos, los vecinos de La Palma por las tragedias del volcán Cumbre Vieja y el tercero para recordar la guerra de Ucrania.

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La Carrera del Darro aguardaba impaciente la llegada de la Virgen de los Dolores con el pretil atestado de público para verla pasar por este lugar único y especialmente atractivo. A las siete llegaba la cruz de guía a Plaza Nueva y ya se abría la posibilidad de alargar paso después de los obstáculos y aglomeración que siempre ofrece esta zona tan apetecible para ver pasar las procesiones de Semana Santa. La Virgen de los Dolores pudo estrenar ya en la calle la conocida 'saya solidaria' en color arcilla y bordada en oro.

El primer Crucificado

La cofradía del Santo Cristo de San Agustín lo tuvo más complejo para determinar su salida, prevista para las nueve menos cuarto de la noche. En esta ocasión y por las cortas dimensiones del templo conventual del Santo Ángel Custodio, los hermanos de los primeros tramos, tanto del de Cristo como del de Virgen, se habían formado en el interior del Colegio Mayor Santa Fe, situado junto al monasterio franciscano, así como el de cruces tras el Crucificado. Una nueva disposición para preservar las recomendaciones sanitarias actuales.

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Sobriedad y silencio por donde pasaba el Cristo de la cruz de plata. Puente de Castañeda para cruzar a la Carrera de la Virgen y desde allí a Mariana Pineda y entrar a las diez menos diez en la tribuna de calle Ángel Ganivet. Javier Pérez mandaba el primer paso, con el estreno de los ángeles ceriferarios realizados por Encarnación Hurtado y Hermanos Delgado (Sevilla) y José Carvajal Linares el de palio de Nuestra Madre y Señora de la Consolación. Por delante del palio iba la capilla Santo Ángel Custodio y la coral Ciudad de Granada, interpretando los clásicos motetes y composiciones litúrgicas para la Virgen.

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