
Sábado de huelga en la estacion de Granada
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Sábado de huelga en la estacion de Granada
Unas pérdidas «irreparables» en el mejor fin de semana de la temporada para Sierra NevadaMientras los trabajadores protestaban en la entrada del telecabina Al Ándalus, en el marco de la huelga, decenas de ojos estaban puestos en ellos a ... través de los escaparates. Eran los propietarios de negocios de la estación, damnificados directamente por el parón. Unas pérdidas «irreparables» en el que, según indican, era «el mejor fin de semana de la temporada», por lo idóneo de que el Día de Andalucía fuera viernes. Entienden y respetan las protestas -se pronunciaron en un tono absolutamente cordial-, pero tocaba hacer números. Y no salieron.
Martín regenta un local de alquiler de material. Preguntado por los efectos de la huelga, respira hondo y mira hacia abajo. «Hemos perdido 7.000 euros de facturación. Este sábado era de esos días en los que recuperas los gastos del resto del año, que no está siendo el mejor. Por mucho que el domingo abramos con normalidad, eso ya está perdido», lamentó. Habían alquilado algunos esquís a usuarios que subieron «por libre», andando por las pistas, así como esquís de travesía, pero algo «mínimo» en comparación con la previsión que tenían hace semanas.
En una línea similar se pronuncia Chío, que el pasado viernes ya estuvo alertando a los clientes y evitando hacer reservas «para no tener que estar devolviendo el dinero». Durante toda la semana sospecharon que el sábado sería un día gris para el negocio. «Ha sido un fracaso completo en una semana que a priori era muy fuerte», recalcó. En su caso, sí espera recuperar el domingo lo que ha dejado de ingresar el sábado. «La gente se ha quedado con las ganas y han pasado sus reservas al día siguiente», indicó.
Curiosamente, impartieron un par de clases de snow en la pista del Río. Subieron andando hasta dejar atrás los trineos y practicaron con los clientes, que invirtieron el dinero del forfait en mejorar la técnica. «Mandamos a casi todos los profesores a casa y nos quedamos muy poquitos», agregó Chío.
María José, de otra escuela de esquí, se pasó la primera parte de la mañana trabajando intensamente, pero no par dar clases, sino para realizar los trámites para cancelarlas. «Teníamos a más de 200 usuarios, algunos suben el domingo y otros ya se van a casa», explicó a IDEAL.
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