La infraestructura de Sierra Nevada permite mantener abierto la mitad del dominio esquiable. Pepe Marín

Deportes de invierno

Sierra Nevada sortea un mal año para el esquí con la mitad de sus pistas abiertas

Afronta el ecuador de la temporada con cerca de cincuenta kilómetros, que la sitúan tan solo por debajo de Baqueira Beret, en los Pirineos

Martes, 6 de febrero 2024, 00:48

El poderío tecnológico de las infraestructuras de la estación de esquí en Sierra Nevada logra que pueda ofrecer prácticamente la mitad de su dominio esquiable abierto, algo que antes hubiera sido imposible. A las puertas del fin de semana que viene, que marca el ecuador ... de la temporada, la estación de esquí granadina ofrecía ayer lunes hasta 49 kilómetros de pistas al servicio de los esquiadores.

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Se trata de una cifra que en estos momentos es una especie de sueño, ya que la pesadilla de la sequía y las altas temperaturas por efecto directo del cambio climático mantienen en situación crítica, prácticamente en coma, el resto de estaciones de esquí de los sistemas montañosos españoles, salvo Pirineos.

Enero ha sido un gran mes, con 212.000 esquiadores y 100.000 visitantes (actividades y telecabina), lo que suma 312.000 personas

Es precisamente en los Pirineos catalanes donde se alza rutilante la estrella de la estación de esquí de Baqueira Beret, que con sus 108 kilómetros de pistas de esquí abiertas, encabeza la lista. Le sigue Sierra Nevada y, a continuación, un rosario de estaciones del Pirineo aragonés y catalán que ocupan los diez primeros puestos con superficies esquiables de entre cuarenta en Formigal-Panticosa el tercero; y los diecieséis kilómetros en la estación de Port Ainé, también en el Pirineo catalán.

El resto de estaciones abiertas incluyen además de los Pirineos el sistema Ibérico, que aporta cuatro instalaciones abiertas con superficies esquiables de entre diez y 0,7 kilómetros.

El desastre total se ha ceñido por causa de la sequía y del cambio climático en las estaciones de esquí de la cordillera Cantábrica y del sistema Central. Entre ambos suman hasta diez estaciones de esquí, y tan solo una de ellas, San Isidro, ofrece 0,14 kilómetros de esquí. Algo, por otro lado, completamente inusual. El resto, están cerradas a cal y canto salvo dos, Alto Campoo y Manzaneda, en la cordillera Cantábrica, pero solo para un uso turístico.

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Los factores

Sierra Nevada es una excepción por la conjunción de dos factores, la infraestructura tecnológica y la experiencia y profesionalidad de los trabajadores de Cetursa a la hora de pisar la nieve; es decir, preparar, las pistas de esquí con un aprovechamiento máximo de los copos que se dejan caer sobre la montaña durante la temporada.

En cuanto las precipitaciones han aparecido, las pistas han comenzado a estar operativas y se ha ido ampliando la oferta hasta llegar a los actuales medio centenar de kilómetros. Sierra Nevada se inauguró un 5 de diciembre con lo justo, no más de cinco escasos kilómetros. Pero sirven siempre para poner en marcha todo el engranaje de la estación de esquí a todos los niveles. Yse nota.

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El 16 de diciembre ya se duplicaron y los kilómetros de pistas fueron once. En Navidades, temporada alta en el mundo del esquí, ya eran treinta kilómetros. La progresión estaba siendo del todo satisfactoria. El 11 de enero se llegaron a los cuarenta kilómetros y el 18 de enero ocurrió la gran noticia:la mayor nevada de la temporada, lo que permitió que el 22 de enero se abrieran cincuenta kilómetros. De aquí hasta esta primera semana de febrero, Sierra Nevada se ha mantenido.

Una renovación clave

Cetursa explica los factores que le permiten ofrecer estas buenas cifras. «Durante el primer mes de campaña, diciembre, el renovado sistema de nieve artificial ha sido fundamental, decisivo, para la apertura de temporada y solventar la Navidad con buena nota. Decenas de empresas y centenares de trabajos dependían de ello y hemos respondido bien», explican.

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Además, Sierra Nevada ha resuelto bastante bien la anómala situación meteorológica registrada en la segunda mitad de enero, caracterizada por temperaturas anormalmente altas para la época del año. De hecho, Sierra Nevada aprovechó el paso de la borrasca Juan para dar el salto en calidad y cantidad de oferta esquiable a los cincuenta kilómetros, con los que cuenta actualmente. La apertura de la zona de Loma de Dílar y algunas pistas rojas del área de Parador-Cauchiles dieron amplitud al dominio esquiable.

«Desde entonces, el protagonismo y el reconociendo se ha trasladado al servicio de máquinas pisapistas de la estación», explican. «Considerados entre los mejores del mundo, los maquinistas están haciendo un trabajo impecable en el tratamiento y aprovechamiento de la nieve para mantener las pistas en perfecto estado. Y están recibiendo el reconocimiento de todos en Sierra Nevada». Todo ello ha permitido, además de atender las pistas, mantener casi intacto el programa deportivo de Sierra Nevada.

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Respecto a la afluencia, enero ha sido un gran mes, con 212.000 esquiadores y 100.000 visitantes (actividades y telecabina), lo que suma un total de 312.000 usuarios en la estación.

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