Rocío R. Gavira
Martes, 3 de junio 2014, 16:12
"En el 2008 murió mi madre y me dejó a Zarathustra. Durante dos años caí en una terrible depresión por la que fui incapaz de hacer nada creativo. Hasta que unos amigos me animaron a hacer algún proyecto con el gato. El pelirrojo Zarathustra estaba muy mimado por mi madre, lo había dejado engordar demasiado", relata Svetlana Petrova a la BBC.
Publicidad
Sigue leyendo el post completo pinchando aquí.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.