Rocío R. Gavira
Domingo, 15 de junio 2014, 01:54
Cuando uno comienza a tener curiosidad por saber qué es eso del sexo, a explorar su propio cuerpo, también se confunden conceptos. Por ejemplo, servidora pensaba en aquella época de adolescencia que el sexo oral consistía en decirse guarradas en la cama; o fingir gozar con las palabras y sonidos como hacen en las películas. Nada que ver. Y una vez descubierto, resulta muy placentera su práctica.
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