Rocío R. Gavira
Domingo, 17 de agosto 2014, 01:27
La piel cobra mayor protagonismo en verano. El calor nos obliga a mostrarla más, la miramos, la sentimos. Un roce inesperado piel con piel en verano puede convertirse, casi sin querer, en la chispa de escenas muy eróticas. Incluso gestos como secarse el sudor o recogerse el pelo son señales involuntarias de seducción. Entonces, ¿es cierto que tenemos más sexo en verano?
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