Rocío R. Gavira
Domingo, 26 de octubre 2014, 01:03
La rutina, el malestar en la convivencia, las discusiones, la falta de sexo o las infidelidades son las principales razones del deterioro de una pareja. El fallo del ser humano es poner solución cuando el problema ha quemado demasiado la relación. Llegados este punto las vías son: romper la relación o acudir a una ayuda exterior para reconstruir la pareja. La clave reside en ir cuando ambos miembros lo sientan, de nada vale si uno quiere recuperar la relación y el otro finiquitarla.
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