Rocío R. Gavira
Domingo, 9 de noviembre 2014, 05:44
En teoría a la mayoría de las mujeres les cuesta más que a los hombres llegar al orgasmo. Las caricias, los besos, los mordiscos y susurros van encaminados hacia esa culminación del placer caracterizado por la rigidez corporal, espasmos y contracciones musculares, hiperventilación, sudoración, movimientos pélvicos y estremecimientos que nos desconectan, gratamente, del universo.
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