Rocío R. Gavira
Sábado, 22 de noviembre 2014, 00:47
Hace justo una semana que Santa falleció y le dijo adiós a una vida de sufrimiento, la vida que le ofreció su propio dueño, el mismo que la entregó el pasado día 7 de noviembre en el Albergue Comarcal Valle Colino, en San Cristóbal de la Laguna, en Tenerife. "Cuando le preguntamos al ver el estado en que la traía dijo que pensaba que se había clavado un pincho o algo el domingo anterior cuando la sacó de cacería... es imposible que días antes la llevara de cacería pues estaba muy débil, sus uñas largas indicaban además que llevaba mucho tiempo sin salir a correr", asegura Ana María del Albergue Comarcal Valle del Colino.
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