Rocío R. Gavira
Domingo, 11 de enero 2015, 00:20
¿Han entrado alguna vez a una tienda erótica o han ido a una exposición en la que el sexo es el protagonista? Las reacciones posibles son dos: o lo vives de la forma más natural y mantienes una conversación madura con quien te acompañe, el autor de la obra o el encargado de la tienda; o te da la risa tonta por la vergüenza que te provoca observar un desnudo, falo o escena sexual.
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