Rocío R. Gavira
Jueves, 15 de enero 2015, 15:53
Sí, ya lo he dicho. Y lo repito. No me quiero ni imaginar el día que mi Trufa nos diga adiós. Tiene tres años y espero que dure muchos, pero sé que tristemente llegará el día en el que mi bicho dorado deje de hacer sus travesuras, mover el rabito de alegría y mirarme con esa cara tan expresiva. Claro está que mientras viva no puedo pensar en ello constantemente, ¡vaya angustia! Todo lo contrario. Hay que disfrutar de su fiesta de "buenos días", de la de cuando llegamos a casa, de sus carantoñas, de las 1.001 veces que trae la dichosa pelota, de como se activa cuando le decimos "vamos a la calle", hasta de sus bicherías. Y podría estar enumerando hasta mañana, Trufa da para mucho.
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Quizá ese sea el mensaje que pretenda transmitir el joven Cristobal Soto con el vídeo que ha creado y subido a YouTube en homenaje a su perra. Rayita, que así se llamaba la can, le dejó en el año 2012. La animación en su recuerdo te crea desde el primer minuto un nudo en la garganta. Comienza con el momento en el que Rayita se murió, sobre sus piernas, un día lluvioso. Cuando cierra sus ojos suena la canción 'What a wonderful world' de Louis Armstrong -absténganse las personas de lágrima fácil-. Rayita sube al cielo de los perros y de repente cae en la cuenta de que se ha olvidado de algo importante... No te cuento más, mejor será que veas el vídeo.
Ojalá vivieran tanto los perros como los humanos.
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