Difalia: Así es la vida de un joven con dos penes de 25 centímetros, totalmente funcionales

Se trata de una rara anomalía, la padecen uno de cada 5,5 millones en el mundo según un estudio de la revista médica británica BMJ , y tan solo hay 100 casos documentados de personas que hayan tenido difalia, es decir, poseer dos penes funcionales.

Una anormalidad genética que es real aunque extraña, sobre la cual ha querido dar su testimonio un joven estadounidense que la padece. "Hola. Me llamo Double Dude (Pseudónimo), tengo 25 años  y vivo con dos penes de 25 centímetros y totalmente funcionales", explicó en las redes sociales.

Sus fotografías y revelaciones causaron tanto morbo o interés, que ha escrito un libro sobre sus vivencias y limitaciones bajo el título 'Double header: my life with two penises'. El chico cuenta cómo ha vivido la difalia desde la infancia y pretende resolver todo tipo de dudas sobre la misma.

Por ejemplo, el motivo científico de esta anormalidad, que se produce en la quinta semana de gestación cuando una lesión, estrés químico, o el una mutación genética obstaculizan la separación del tubérculo genital en la formación natural del pene.

Además del posible rechazo social los afectados tienen un gran riesgo de padecer espina bífida, y produce a menudo importantes complicaciones genitourinarias que requieren atención quirúrgica (dificultades para orinar y disfunción eréctil).

«No quería que otros jóvenes estuvieran celosos o se sintieran mal porque ellos no tenían dos penes. No se me pasaba por la cabeza que me pudieran odiar porque yo tenía dos, o siquiera que fueran a pensar que yo era raro», cuenta sobre su infancia. «Me hubiera gustado que mis padres me hubieran explicado claramente que la gente se burla de las cosas que no entienden. Siempre he tenido esto, esta es mi vida. Cuando miro hacia abajo, lo que veo me parece normal a mí», explicó el joven a la BBC tentado por la industria del porno. Se me ha cruzado por la cabeza, pero nadie lo ha visto y no quiero ser una rareza. Mi dignidad no tiene precio».