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Sábado, 28 de noviembre 2015, 00:29
La noticia ha impactado al mundo entero. Una empresa llamada Humai (Human Resurrection Through Artificial Intelligence) tiene la intención de convertir la resurrección de los muertos en una realidad en sólo 30 años.
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Este proceso podrá llevarse a cabo, según ellos, gracias al almacenamiento de los recuerdos y el uso de la Inteligencia Artificial, sin haber entrado en demasiados detalles del gran secreto que esconden bajo la manga, y que podría desafiar la ley más cierta de la naturaleza: la muerte.
Además, la compañía no habla de un futuro excesivamente lejano, y calcula que esto podría ser posible para el año 2045. Aseguran que quieren almacenar los "estilos de conversación, patrones de comportamiento, los procesos de pensamiento e información acerca de cómo funciona el cuerpo" en un chip de silicio, usando la Inteligencia Artificial y la nanotecnología, tal y como afirman en su página web.
Una cosa es segura, sea el mayor logro de la historia de la ciencia o la más brutal de las campañas de marketing, esta empresa se ha ganado el privilegio de estar en el punto de mira de todo el mundo, que aguardará expectante las tres décadas que nos separan de conocer si se trata de algo verdaderamente factible y posible.
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