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Miércoles, 15 de junio 2016, 10:49
Sólo la barbarie pudo hacer con Brenda Lee lo que el cáncer fue incapaz hasta en dos ocasiones. Su nombre forma parte de la lista de las 49 víctimas mortales que Omar Mateen dejó en la discoteca Pulse de Orlando. Dos disparos acabaron con su vida en un lugar al que había llegado para disfrutar de un rato de baile con su hijo. Éste sí pudo salvar la vida.
Lee tenía 49 años y era madre de hasta 11 hijos. Durante su vida había conseguido sobrevivir a un cáncer de pecho y después a otro de huesos que se le diagnosticó. En declaraciones a la CNN, uno de sus hijos como Farrell Marshall reconoció que su madre solía salir con su hermano. Salió es anoche y se despidió de sus hijos, recuerda. Poco después recibieron llamadas de sus familiares diciendo que había recibido varios disparos.
Un amigo de la familia como Wilson Cruz publicó un mensaje en su perfil en la red social Facebook para recordar la figura de una mujer muy alegre y amorosa que arrasaba en la pista de baile. No puedo creer que ya no esté, esgrime.
La propia Lee publicó un vídeo en citada red social desde el lugar del atentado. Lo hizo poco antes de que la barbarie entrara por la puerta arrasando con un arma de fuego.
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