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ideal.es
Viernes, 5 de agosto 2016, 09:51
Chiara Schober ya ha superado lo más complicado. Esta joven de Liechtenstein de 19 años padecía una anorexia por la que llegó a pesar 22 kilos cuando tuvo que ser ingresada en el hospital. Sólo consumía 39 calorías al día. La muerte de su abuela, a la que le unía una intensa relación, le sumió en una profunda depresión que a punto estuvo de costarle la vida.
Un melocotón diario. Esa era su única comida diaria. Los médicos que la atendían ya daban su caso por perdido. Pero, afortunadamente, un chico apareció para salvarla. Se trata de Jason, de quien Chiara se enamoró, a la postre su pilar para recuperarse de la enfermedad que sufría.
Ahora, según confiesa al Daily Mail, se encuentra bien, está sana y asegura que come "cualquier cosa que me ponen en la mesa". Y una cosa tiene muy clara: "Me siento muy afortunada de que Jason me ayudara; él me vio en mi peor momento y siguió conmigo, por eso sé que me quiere", concluye.
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