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Sábado, 14 de enero 2017, 12:03
Tremendo susto el que se dio una familia china procedente de Sichuan la semana pasada, tal y como han recogido los medios de comunicación del país asiático, ya que el patriarca de esta congregación había fallecido a causa de un paro respiratorio, por lo que se encontraban velándolo junto a su ataúd justo antes de incinerarlo.
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Sin embargo, cuando estaban a punto de despedirse del cuerpo, el hombre, de 75 años, comenzó a gritar y a pedir que lo sacaran del ataúd, lo que les hizo darse cuenta a los presentes de que, evidentemente, no había muerto.
Cuando salió del ataúd, el hombre comenzó a preguntar qué estaban haciendo y por qué lo habían introducido en la caja. "Pensamos que había muerto porque había dejado de respirar y, según el médico que consultamos, presentaba el característico 'rigor mortis' de los difuntos", aseguró el hijo del hombre a Mirror. Ahora, el anciano está recuperándose del shock que supuso ver cómo celebraban su propia muerte.
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