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Un ejemplar de carabela portuguesa en las playas de Motril hace un par de años. JAVIER MARTÍN

Alerta por la llegada de carabelas portuguesas: cómo te afecta la picadura de esta criatura hecha de 'medusas'

Su presencia en zonas de Alicante y Cádiz ha hecho saltar las alarmas por el temor a que su picadura pueda tener graves consecuencias para los bañistas | Hablamos con un experto de la Universidad de Granada (UGR) para desterrar mitos

ÁLVARO LÓPEZ

GRANADA

Viernes, 2 de agosto 2019, 11:31

Ya se ha dado la voz de alarma: picaduras de carabela portuguesa en Alicante. Ese titular ha sobrecogido a algunos bañistas y a otros los ha puesto en alerta. No en vano, se trata de una criatura marina que preocupa porque su picadura puede ser peligrosa. Pero es un ser vivo mucho más curioso de lo que su apariencia de medusa o de trozo de plástico pueda decir.

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Para empezar, la carabela portuguesa es en realidad una colonia en la que los individuos que la integran cumplen diferentes funciones. Desde la reproducción a la alimentación. Pues no es una medusa aunque se le parezca físicamente. El profesor experto en Zoología de la Universidad de Granada (UGR), Luis Sánchez Tocino, explica que «no es una criatura marina habitual de nuestras costas aunque suelen vivir en todos los mares del mundo, se puede encontrar aquí o hasta en Australia».

Sin embargo, a veces es posible verla cerca de playas como las granadinas. «Los temporales de poniente fuerte del año pasado ayudaron a que llegaran a nuestras costas a través del Estrecho», recuerda Sánchez Tocino. «Cuando hacen vientos de levante como los vividos estos días, estos traen aguas superficiales en las que viven las carabelas, siendo arrastradas así».

De momento solo se han detectado en zonas de Alicante y Cádiz, por lo que no se puede hablar de que este verano sean un peligro potencial en todas las costas del Mediterráneo. No en vano, esta dispersión es muy relativa y Granada tampoco se salva, porque dependiendo de las corrientes marinas, las carabelas pueden aparecer en cualquier momento.

Un buen método para saber si estamos ante una carabela portuguesa es observar si esta cuenta con una especie de cresta que se asemeja a la vela de un barco. Y es que precisamente esa condición física es la que hace que tenga el apellido de portuguesa ya que se asemeja a las embarcaciones clásicas del país vecino.

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El experto de la UGR rebaja cualquier alerta e indica que la carabela no debe preocupar a la población porque su avistamiento no es algo que se dé a menudo. En todo caso, la recomendación en caso de ver una de estas carabelas es salir rápidamente del agua e indicarlo al puesto de socorro más cercano para evitar que puedan picar a algún bañista. Uno de sus tentáculos puede llegar a medir más de 10 metros complicando la posibilidad de huir de su ataque.

Si bien la picadura de una carabela inyecta un veneno que en algunas personas puede derivar incluso en la muerte, la realidad es que una picadura común solo produce molestias si se observa rápidamente. «Con acudir a un centro de salud y quitarse cualquier resto de tentáculo, todo se queda reducido a una molestia» sentencia Sánchez Tocino.

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