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Entrada de la Audiencia Provincial de Madrid. EFE
25 años de cárcel por matar a su novia y ocultar los trozos en un arcón

25 años de cárcel por matar a su novia y ocultar los trozos en un arcón

La Audiencia de Madrid le condena por asesinato porque la víctima no tuvo opción de defensa, en un espacio mínimo, con la mandíbula rota y frente a un cuchillo de 30 centímetros

Viernes, 9 de julio 2021, 13:24

La Audiencia de Madrid ha condenado 25 años y medio de cárcel a Manuel M. A., el hombre que en 2017 asesinó a su novia, la descuartizó y ocultó los fragmentos de su cuerpo en un arcón congelador, en la habitación que tenía alquilada en la ciudad universitaria madrileña de Alcalá de Henares.

El presidente del tribunal, a la vista de los hechos que consideró probados el 23 de junio pasado el jurado, que lo declaró por unanimidad culpable de todos los cargos, le ha condenado como autor de los delitos de asesinato con la agravante de género y de profanación de cadáver.

Los miembros del jurado no tuvieron dudas de que Manuel, el 6 de octubre de 2017, mantuvo una fuerte discusión con su entonces novia, Daría, en el transcurso de la cual decidió acabar con su vida. Primero le mordió en el antebrazo izquierdo, lo que ya le causó una primera lesión de importancia, luego la golpeó y le fracturó la mandíbula para rematarla, clavándole en la espalda un cuchillo de casi 30 centímetros de longitud, que le atravesó el pulmón y el corazón, una herida mortal de necesidad.

El homicida, para evitar levantar sospechas por la repentina ausencia de Daría, se hizo pasar por la fallecida en redes sociales para extender entre los familiares, amigos y conocidos de la mujer el engaño de que había decidido dar un giro a su vida laboral y personal, por lo que no debían preocuparse si en adelante nada sabían de ella. Durante los dos días siguientes al apuñalamiento mortal, el condenado cortó en siete partes el cuerpo de Daría e introdujo los restos mortales en un arcón frigorífico que había conectado a la corriente.

Manuel M. A., además de por el asesinato y la profanación, es condenado por dos delitos de estafa, uno consumado y otro en grado de tentativa. Después de matar a su compañera sentimental, compró un paquete de tabaco con la tarjeta de crédito de la muerta e intentó, haciéndose pasar por ella, pero sin éxito, que le ingresaran un abono de 90 euros.

El magistrado presidente subraya en la sentencia la extrema violencia del crimen y recuerda que, de hecho, es la alevosía, el asegurarse de que la víctima no tiene oportunidad alguna de defensa y salvación, «lo que convierte en asesinato el delito de homicidio».

Un crimen machista

En este caso, el homicida actúa con alevosía, según la resolución, no en el primer ataque, sino en el segundo, cuando esgrimió el cuchillo con el que la mató tras los mordiscos y golpes previos. Es lo que la jurisprudencia llama «alevosía sobrevenida». Daría no tenía forma de escapar de una muerte segura al encontrarse en un espacio muy reducido repleto de muebles y con la puerta cerrada, por estar conmocionada y muy dolorida (tenía la mandíbula fracturada), y por tener el agresor empuñado un cuchillo de grandes dimensiones. «Ello –abunda la sentencia-, en horas de madrugada y en el marco de una convivencia generadora de confianza en la víctima, no siendo cuestionada ni, desde luego, desvirtuada la superioridad física de Manuel M. A.».

El tribunal considera que en este caso debe aplicarse la agravante de género «al quedar acreditado que el autor cometió los hechos contra la víctima mujer por el mero hecho de serlo y con intención de dejar patente su sentimiento de superioridad frente a la misma». También aplica la agravante de parentesco dada la relación sentimental. El condenado o las acusaciones pueden interponer recurso de apelación contra la sentencia ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

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