La clave de la vacuna covid siempre en el mismo brazo: ¿cómo influye en tu inmunidad?

Vuelven a aumentar los contagios por coronavirus después de unas semanas de relajación. La incidencia ha aumentado especialmente entre personas mayores de 80 años, por lo que la Junta de Andalucía ha solicitado adelantar la aplicación de la cuarta dosis de la vacuna contra la Covid-19 en este grupo de edad.

En relación con la inmunidad que genera una vacuna, los expertos han señalado que está condicionada por las cualidades del fármaco y por el número de dosis necesarias para completar la pauta, pero que también influye la zona del cuerpo en la que se aplica el pinchazo.

Según un estudio publicado en la revista científica Science Inmunology, de Estados Unidos, es impornta aplicar las inyecciones de refuerzo siempre en el mismo punto del cuerpo, ya que mejora la respuesta del organismo.

La investigación ha analizado la inmunización que han alcanzado dos grupos de ratones después de haber recibido una dosis extra. A los primeros se les administró la inyección en la misma pata que la primera dosis y a los segundos, en la extremidad opuesta.

Los resultados han establecido que la magnitud y la creación de anticuerpos fueron «similares» para los dos grupos. Sin embargo, sí que se observó que la respuesta fue de «mejor calidad» en aquellos que repitieron con la misma pata. Según sus autores, presentaron una «mayor avidez por el antígeno, frecuencias de mutación de inmunoglobulina más altas y una mayor recuperación de células B de memoria».

A raíz de este descubrimiento, los sanitarios han empezado a tener aún más en cuenta en qué brazo administrar las vacunas en grandes campañas de inmunización como las de la gripe o el Covid-19, que exigen varias dosis a lo largo del tiempo. «La ubicación de la inmunización de refuerzo debe considerarse en las estrategias de vacunación», han concluido los expertos que han participado en el estudio.

La investigación ha determinado que las células B de memoria, encargadas de proteger al cuerpo de futuras infecciones, son capaces de provocar una inmunización a largo plazo de manera sistemática y actuando localmente.

«La evidencia ha sugerido que la memoria de las células B locales contribuye a las respuestas plasmocíticas locales tempranas después de la segunda inyección», han apuntado los científicos del departamento de Inmunología de la Universidad de Duke (Carolina del Norte) que han coordinado la investigación, con las aportaciones de otros especialistas del Laboratoro de Medicina Molecular de Harvard.

«Nuestros resultados sugieren que la memoria de las células B locales se retiene en forma de células B de memoria, células B GC y células B de fenotipo GC que son independientes de las estructuras organizadas de GC y que estas 'células B preparadas' persistentes contribuyen a recordar las respuestas de GC a nivel local», han subrayado en su estudio.

Lo que los autores no han podido determinar es si la elección de un brazo u otro juega algún papel en la participación de las células B de memoria en los centros germinales de recuperación. Una función que es «esencial para actualizar sus receptores de antígenos (BCR)».

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