Así aumenta el peligro al volante según la cantidad de alcohol consumida

El alcohol puede causar graves problemas de percepción

Ideal

Sábado, 19 de junio 2021, 11:16

La Dirección General de Tráfico (DGT) vigila intensamente las carreteras para evitar conductas peligrosas al volante que puedan poner el riesgo a otros usuarios de la vía. Asimismo, la DGT realiza frecuentemente campañas de concienciación para prevenir las situaciones de riesgo. La DGT hace especial hincapié en la importancia de que el conductor esté en perfectas condiciones, lo cual es incompatible con el consumo de alcohol.

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Actualmente la tasa de alcoholemia permitida es de 0,5 gramos por litro si se mide en sangre y de 0,25 miligramos por litro si se mide en aire espirado. Para los conductores noveles y profesionales esta tasa disminuye a 0,3 gr/l en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado. Superar estos límites aumenta el peligro al volante, pues van disminuyendo las capacidades de la persona para mantener la atención y percibir correctamente las distancias. Según la DGT, estos son los efectos que provoca el alcohol según la cantidad bebida:

- Inicio de la zona de riesgo (hasta 0,25 mg/l): en esta fase aparece excitabilidad emocional, tolerancia al riesgo y subestimación de la velocidad. El riesgo al volante se multiplica por dos.

- Zona de alarma (0,25-0,40 mg/l): los síntomas en esta zona son falsa seguridad, agresividad y mala percepción de las distancias. El riesgo se multiplica por cinco.

- Conducción peligrosa (0,40-0,71 mg/l): aparece una sobreestimación de la capacidad, más tolerancia al riesgo y visión doble. El riesgo se multiplica por nueve.

- Conducción muy peligrosa (0,75-1,25 mg/l): los síntomas en esta cuarta fase son graves problemas de percepción e importantes dificultades de atención. El riesgo se multiplica por veinte.

- Conducción imposible (más de 1,50 mg/l): embriaguez profunda, estado de estupor e inconsciencia y posibilidad de coma. El riesgo se multiplica por más de cuarenta.

Por otro lado, la DGT recuerda que está prohibido conducir con presencia de drogas en el organismo algo que, además, se convierte en delito si se conduce bajo la influencia de estas sustancias o si se produce la negativa a someterse a las pruebas de detección. El riesgo al volante se multiplica de la siguiente manera:

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- Tras tomar cannabis: se multiplica por dos.

- Tras tomar cocaína: se multiplica por tres.

- Tras tomar anfetaminas: se multiplica entre cuatro y ocho veces.

- Tras tomar opioides: se multiplica entre dos y diez veces.

Por último, la DGT advierte de que consumir al mismo tiempo alcohol y drogas multiplica por 16 el riesgo al volante. «La única conducción segura es la tolerancia 0,0», concluye la DGT.

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