César Román Viruete, apodado el 'Rey del Cachopo'. foto: RC | vídeo: atlas

El 'rey del cachopo' pondrá en duda incluso que su exnovia esté muerta

César Román, acusado de matar y descuartizar a Heidi Paz, aseguró hoy camino de la sala de vistas: «Vengo con ganas de demostrar mi inocencia»

Lunes, 10 de mayo 2021, 11:04

César Román Viruete, el empresario conocido como el 'rey del cachopo', pisó hoy por primera vez la sala de vistas madrileña en la que durante las próximas dos semanas y media se le juzgará por el supuesto asesinato y descuartizamiento de su novia en 2018. Su intención, cuando declare este martes, una vez se termine hoy de seleccionar al jurado que lo enjuiciará, es poner en tela de juicio hasta el último indicio policial y forense en los que se basan los escritos acusatorios de la Fiscalía y de la familia de Heidi Paz, una hondureña de 26 años con la que Román convivió durante unos meses.

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La abogada del 'rey del Cachopo', Ana Isabel Peña, no solo defenderá a capa y espada que no hay una sola prueba que vincule a su cliente con los restos humanos encontrados el 13 de agosto de 2018 en una nave industrial de Usera (Madrid), un local que él había alquilado meses antes, o con el posible crimen, sino que mantendrá que los informes elaborados para ellos por varios criminalistas concluyen que ni siquiera hay pruebas forenses que certifiquen fuera de toda duda que Heidi Paz esté muerta. Que demuestren que el torso femenino sin piernas, brazos y cabeza que fue hallado oculto en una maleta depositada en esa nave pertenezca a esta mujer.

Román entró hoy a la Audiencia Provincial de Madrid desde la prisión de Soto del Real bien afeitado, esposado, con camisa blanca, chaleco y mochila y aseguró a los periodistas: «Vengo con ganas de demostrar mi inocencia». Las manifestaciones del empresario, que lleva dos años y medio en prisión preventiva, están en línea con las de su letrada, que dijo que está muy contento porque por fin va poder defender su inocencia ante un tribunal y salir del «juicio mediático paralelo» que lo ha condenado de manera anticipada. Peña apuntó que, aunque Román dude hasta de que su exnovia esté muerta, eso no quiere decir que contradiga lo que declaró en su día, cuando dijo que si Heidi estaba muerta sería un crimen vinculado a bandas de narcotráfico y a unas deudas que tenía.

La postura de las acusaciones es diametralmente opuesta. Tanto la Fiscalía como el abogado de la familia de la hondureña, que dejó dos hijos menores en su país, consideran que está absolutamente probado que el torso encontrado, al que le amputaron los senos con un cuchillo para quemar los implantes mamarios y dificultar su identificación, pertenece a Heidi Paz y que hay pruebas bastantes para demostrar que Román es el autor del Homicidio. El fiscal pide 15 años de condena por homicidio y profanación de cadáver con las agravantes de parentesco y género y la acusación familiar, 25 años porque eleva el crimen a asesinato.

Según la Fiscalía, el 'rey del cachopo' conoció a Heidi en abril de 2018, cuando empezó a trabajar como camarera en una de sus sidrerías, y a los pocos días se fueron a vivir juntos a la casa de él. En junio, la relación se enfrió y ella se marchó por un tiempo de la casa para reflexionar. En la madrugada del 5 de agosto de 2018, la hondureña regresó a la casa de Román. Siempre según el relato fiscal, movido por un sentimiento machista de pertenencia y no dispuesto a que lo abandonase, mató a su novia y le cortó la cabeza, los brazos y las piernas, que nunca han sido localizados. El torso lo envolvió en una bolsa negra, lo guardó en una maleta, pidió un taxi y lo trasladó a la nave de Usera donde fue localizado el 13 de agosto por los bomberos. Habían acudido a la nave debido al fuego que el procesado habría encendido para deshacerse de los implantes mamarios, de un colgante y de otros efectos de la joven, que podrían permitir identificarla.

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Román habría huido ese mismo día de Madrid. Fue localizado y detenido en Zaragoza tres meses después, el 16 de noviembre, donde con identidad falsa, más delgado y con barba trabajaba en la cocina de un pequeño restaurante local. Le delató su propia jefa, tras ver su foto en televisión. Cuatro días después ingresó en prisión por orden judicial.

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