Comparativa entre un filtro nuevo (arriba) y un filtro en mal estado (abajo). AD SALAS AUTOMOCIÓN / SALGUERO AUTOMOCIÓN

La calima ha podido dañar los filtros de aire y polen de tu coche

Especialistas recomiendan revisar y cambiar estas piezas cuando la nube de polvo se disperse; los radiadores y los cojinetes de las ruedas también podrían verse afectados

Chema Ruiz España

GRANADA

Jueves, 17 de marzo 2022, 15:33

La nube de polvo que en estos días tiñe de naranja buena parte del país está obstruyendo los filtros de aire y polen de los vehículos en circulación. Esta es la principal consecuencia de la calima sobre los coches, que no la única, según especialistas ... del sector, más allá de la propia suciedad que se acumula sobre los mismos. Ya, de hecho, empiezan a notar los efectos de estos dos días durante los que los turismos han 'respirado' el polvo en suspensión y el barro en que este se ha convertido con la lluvia.

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«El coche, para hacer combustión, necesita aire que coge de la calle. El aire pasa por un filtro, así que, lógicamente, este es lo primero que está sufriendo», señala Teófilo García, mecánico en el taller Interauto Andalucía. Javier Martín, responsable de una de las tiendas de AD Salas Automoción, coincide en el diagnóstico. «La calima puede afectar por varios factores. Lo primero y más importante son tanto el filtro del aire, por donde 'respira' el motor, y el filtro de polen, que es para el aire que respiramos nosotros dentro de la cadena. Con todo el polvo que hay en suspensión, se obstruyen», precisa, para más tarde agregar que, por derivación, «cuando se ensucia el filtro de aire, aumenta el consumo del combustible del vehículo, y también acarrea pérdida de potencia».

Esta posibilidad de obstrucción afectaría a los coches que durante estos días han circulado, no a los que han permanecido parados. «Una vez que se arranca el coche, el motor empieza a 'respirar' y los filtros se van a obstruir. Con el coche parado, los filtros no se obstruyen», sintetiza Martín. Esta es la razón por la que la recomendación común es, en la medida de lo posible, no coger el coche. «Si el vehículo ha estado andando durante bastante tiempo con la lluvia y el polvo se ha hecho barro, puede ser que el filtro esté atascado. Eso sería un problema», subraya García. Una circunstancia que ya ha acentuado la compra de estas piezas en las tiendas de repuestos. «La demanda va a empezar a ser más fuerte todavía cuando se vaya la nube de polvo, pero los filtros del aire ya se están vendiendo muchísimo estos días», afirma el encargado de tienda de AD Salas Automoción.

Comparativa entre dos filtros en mal estado (arriba) y dos filtros nuevos (abajo). AD SALAS AUTOMOCIÓN / SALGUERO AUTOMOCIÓN

Javier Martín, además, apunta hacia otras posibles averías derivadas de la conducción durante los días en que la calima ha llenado de polvo las calles. «Si se mezcla con la lluvia y vamos detrás de un coche circulando por carretera, que va salpicando barro, todo eso se va metiendo en los radiadores, que pueden llegar a obstruirse, y el vehículo puede calentarse. En tercer lugar, cuando el polvo está en suspensión, afecta a todas las cosas mecánicas, principalmente a los cojinetes de las ruedas», matiza. Por ello, tanto él como Teófilo García coinciden en aconsejar que, cuando la nube se disuelva, «habría que revisar el coche».

Costes y recomendaciones

En este sentido, el mecánico de Interauto Andalucía avisa de que el vehículo «no va a notar ahora el problema, pero sí a largo plazo». «Habría que revisarlo, pero, para lo que cuesta, recomendaría directamente cambiar el filtro del aire, porque ha estado expuesto al polvo y cuanta menos suciedad respire el coche, mejor», abunda García. Calcula que la sustitución del filtro del aire podría oscilar entre los 20 y los 25 euros, mientras que Javier Martín estima que reemplazar ambos, el del aire y el del polen, estaría entre los 30 y los 50 euros, en función del modelo de vehículo.

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«Después de esta nube de polvo, lo más importante es la limpieza de los radiadores y la sustitución de los dos filtros», insiste Martín, quien indica que la posible avería de los cojinetes de las ruedas «es una cosa a largo plazo, que requiere circular mucho tiempo, un mes o así, haciendo todos los días muchos kilómetros». «En estos pocos días no va a haber ningún tipo de problema en este caso», señala. Reparar esta última pieza sí elevaría los costes, que se irían entre los 100 y los 200 euros. «Con los radiadores, si se tiene precaución y después de la lluvia se limpian bien, con una pistola a presión, no tenemos que tener ningún problema», sostiene. En cualquier caso, la inspección será necesaria. «La gente, seguramente, empezará a adelantar la revisión anual que le hace prácticamente todo el mundo antes del verano, para las vacaciones y los desplazamientos. Yo lo haría», zanja.

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