Científicos relacionan la conectividad cerebral con la conducta impulsiva de los niños

Los patrones sugeridos en la investigación pueden prevenir determinados problemas de conducta

Mercedes Barrutia

Martes, 22 de julio 2014, 08:58

La impulsividad es un rasgo de la personalidad que consiste en la dificultad para inhibir una respuesta ante un estímulo. Científicos de la Universidad de Murcia han desarrollado una investigación en que se determina cómo este tipo de conducta en niños se asocia con la conectividad cerebral. Estos patrones pueden servir como marcador para anticipar el riesgo de problemas conductuales. El trabajo ha sido publicado en la revista especializada Frontiers in Behavioral Neuroscienc.

Publicidad

¿Cuánto hay de cierto en la expresión yo es que soy muy impulsivo? Puede que mucho, tanto que las decisiones pasen de largo por nuestra cabeza sin poder valorarlas y actuemos, así, por un impulso irrefrenable que, por desgracia, suele llevar a situaciones poco deseadas. De adultos, muchas respuestas de este estilo pueden ser juzgadas por la sociedad sin que uno si quiera se pare a pensar que reaccionar de este modo no es una elección sino un comportamiento inevitable. De niños, tiene un poco más de pase Un estudio científico asegura que la impulsividad es un factor de riesgo para el desarrollo de serios problemas de conducta, según explica el profesor investigador y autor del trabajo Luis J. Fuentes, de la Universidad de Murcia. Todo depende de la conectividad cerebral.

El estudio ha sido llevado cabo gracias a la participación de los padres de 24 niños. Los progenitores tuvieron que responder a un sencillo test sobre el comportamiento de sus hijos, algo que sirvió para catalogarlos por grupos. A través de un estudio mediante neuroimagen, los expertos estudiaron sus patrones de conectividad cerebral. Con esta información, analizamos si los patrones se relacionaban con el nivel de impulsividad que los padres habían percibido en sus hijos, explica Fuentes. Comprobamos que cuanto mayor era el nivel de impulsividad de los niños, mayor era la alteración en las conexiones entre el córtex cingulado posterior y el giro angular derecho, que también se observa en personas con conducta antisocial, dice el científico según Sinc.

El estudio presenta dos curiosidades. Por un lado, que lo que perciben los padres sobre el comportamiento de sus hijos tiene un claro reflejo en sus patrones de conectividad cerebral, y es una información útil para comprobar a nivel neuroanatómico. Por otro, según ha explicado Fuentes, Dichos patrones de conectividad cerebral pueden servir como marcadores biológicos para anticipar el riesgo de que aparezcan problemas conductuales y dificultades de adaptación social, recoge la agencia de noticias en un comunicado.

Así, este comportamiento es propio de niños con déficit de atención e hiperactividad, pero también de aquellos que presentan rasgos de personalidad antisocial y, que en caso extremos pueden desarrollar cierto carácter violento.

Publicidad

Un estudio que, parece, permite prevenir el desarrollo de problemas sociales en la etapa adulta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad