Mercedes Barrutia
Lunes, 28 de julio 2014, 11:02
El consumo excesivo de alcohol en verano puede provocar la aceleración del ritmo cardíaco, lo que se conoce como 'síndrome del corazón en vacaciones. La Fundación Española del Corazón (FEC) ha avisado de que el aumento del consumo de alcohol en verano, sobre todo por parte de los jóvenes, puede provocarlo, según recoge la revista científico médica Jano. Suele producirse en personas sanas, jóvenes y sin historia previa de arritmias.
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No hay que contarlo, todos sabemos de lo que hablamos. Llegan fechas señaladas, como Navidad o Año Nuevo y con la excusa de la celebración algunos beben más de la cuenta y, lo peor, más de lo que acostumbran. Esta circunstancia puede repetirse algunos días de verano, también bajo una pretexto, con la idea de relajarse y hacer algo que rompa que las rutinas. El Síndrome del Corazón en Vacaciones (SCV) fue descrito en 1978 y está relacionado con el consumo excesivo de alcohol en un día determinado. Se observó en primer lugar en fiestas como las de finales de año y ahora se ha diagnosticado en periodos largos de vacaciones.
El SCV es una arritmia supraventricular que se da generalmente en las aurículas y suele producirse en personas sanas, jóvenes y sin historia previa de arritmias, como consecuencia de la ingesta de altas cantidades de alcohol en un periodo corto de tiempo, cuenta la revista Jano. Son diversos trabajos, como el The Holidays as a Risk Factor for Death realizado por la Universidad de Duke, los que han demostrado que el Día de Navidad es el que registra más muertes por fallo cardíaco de todo el año, seguido del 26 de diciembre y del 1 de enero, cuenta el secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) Miguel Ángel García-Fernández.
Otros síntomas que indican un SCV son las palpitaciones, falta de aire, dolor torácico o mareo. Pero no hay que alarmarse, en la mayoría de los casos estos síntomas remiten sin necesidad de tratamiento una vez que el cuerpo ha metabolizado todo el alcohol consumido, en otras palabras, cuando se duerme la mona. La mejor forma de evitarlo es la prevención, evitar el consumo brusco y excesivo de alcohol, no consumir alimentos grasos ni comidas copiosas y practicar deporte de forma progresiva. Claro que, muchos dirán que qué tipo de vacaciones son esas.
En cualquier caso y como siempre, lo mejor es la prudencia. Sobre todo para disfrutar de unos buenos días de descanso y relajación.
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