Células de levadura viajan en la pata de una mosca de la fruta.

Emborrachar a alguien, un método para reproducirse

La clave de todo es el olor que desprende a la cerveza, que huele como sabe

Mercedes Barrutia

Viernes, 10 de octubre 2014, 10:53

Un estudio científico llevado a cabo por la universidad belga de Lovaina afirma que el olor que desprende la cerveza embriaga a las moscas de tal manera que las atrae, lo que ayuda a la levadura a reproducirse. Si el hongo deja de emitir ese olor, al insecto no le interesa en absoluto el líquido y ni se acerca. El artículo se publica en la revista Cell Reports.

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El ser humano piensa que lo ha inventado todo, pero incluso los mejores métodos para ligar han sido copiados de la madre naturaleza. Sea de broma o con toda la seriedad posible, la sugerencia o la broma de tú dale unas cervezas, es algo muy extendido. Tanto que se trata de una situación de simbiosis entre hongos e insectos: la mosca de la fruta siente atracción por el olor de la cerveza, lo que asegura que las células de la levadura de la bebida viajen en las patas del animal y se asegure la reproducción. Un método como otro cualquiera avalado por una investigación científica. Dos especies aparentemente no relacionadas han desarrollado una simbiosis compleja basada en el olor, donde la mosca se alimenta de la levadura, y esta se beneficiar del medio de transporte que ofrece el insecto, explica uno de los autores del estudio, Kevin Verstrepen.

Como otras muchas veces en el mundo de la ciencia, el experimento surge cuando durante una investigación se escapan un grupo de moscas. Los insectos se dirigen hacia un cultivo de una levadura muy olorosa y no a unas cepas modificadas a las que se les había eliminado el gen del aroma. La pregunta salta a la cabeza de los científicos y así comienza el trabajo. Según Sinc, Verstrepen dice que para muchos microbios, moverse en el medio ambiente es un reto, por lo que se ven obligados a atraer a otros seres vivos, preferentemente con piernas o alas. Así, por lo que parece muy posible que el olor que bacterias y hongos producen en alimentos como el queso sea una táctica para atraer insectos, explica el científico.

La única incógnita que queda por descubrir es si la levadura ha evolucionado para asegurar su reproducción. Es tentador especular con esta posibilidad y varios informes demuestran la simbiosis existente entre levaduras e insectos voladores como moscas de la fruta, dice Verstrepen.

Emborrachar a alguien con fines reproductivos, un método como otro cualquiera para conseguir mantener las especies. La naturaleza, siempre tan sabia.

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