Estos son los cuatro casos en los que la matrícula puede provocar una ITV desfavorable

1. Si hay más o menos placas de las requeridas.

2. Defectos que la oculten o impidan su legibilidad.

3. Placas con elementos no reglamentarios.

4. Mala fijación y riesgo de desprendimiento.

Cabe recordar que un vehículo no tiene por qué estar perfecto para pasar la ITV. Y es que si solo tiene fallos leves, pasará la inspección y podrá circular. Por el contrario, si tiene fallos graves o muy graves, no habrá superado la ITV y tendrá que arreglarlos en un plazo máximo de 2 meses, y volver a pasar la inspección, aunque no necesariamente en las mismas instalaciones. Los fallos leves son aquellos defectos que se localizan en el vehículo que, aunque tendrán que repararse lo antes posible, no exigen una nueva inspección. A no ser que el vehículo tenga, finalmente, una calificación desfavorable o negativa en la ITV, no tendrá por qué volver hasta la próxima inspección.

Los fallos graves detectados en la ITV se consideran aquellos que disminuyen las condiciones de seguridad del vehículo, poniendo en riesgo a otros usuarios de la vía o al medio ambiente. Cuando el vehículo tenga este tipo de defectos, solo podrá circular para su traslado al taller y para volver a la ITV a la nueva inspección. Los fallos muy graves son defectos que constituyen un riesgo directo e inmediato para la seguridad vial. Cuando un vehículo los tiene, automáticamente pasará a estar inhabilitado para circular, por lo que será trasladado al taller por una grúa.