Un laboratorio analiza pruebas de COVID-19 EFE

Los datos clave sobre la COVID-19 que aún están por conocer

Aún no está claro por qué hay personas asintomáticas ni si será necesario revacunarse

Ideal

Jueves, 24 de septiembre 2020, 14:23

La aparición inesperada del virus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19 ha cambiado completamente la forma de vivir en todo el mundo. La falta de datos sobre el nuevo virus provocó incertidumbre, ya que no se sabía cómo hacer frente al mismo para ... curar la enfermedad y evitar su contagio. Aunque a día de hoy los científicos ya conocen múltiples datos sobre el SARS-CoV-2, aún están en marcha numerosas investigaciones porque quedan muchos detalles por entender.

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El presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), el doctor Márcos López Hoyos, ha explicado al portal Infosalus que este virus no se parece al de la gripe pero que sí se asemeja a otros coronavirus. Esto significa que, si perdura, es probable «que mute para transformarse en un virus menos virulento y se quede como un virus estacional», pronostica.

No obstante, el presidente de la SEI señala que en los próximos meses todavía habrá que aprender a convivir con él y combatirlo con las armas actualmente disponibles. «Esperamos tener la vacuna lo antes posible, pero habrá que esperar al menos hasta la primavera para tener dosis suficientes para la población general. Al mismo tiempo aparecerán tratamientos más específicos durante este año», cree el doctor.

López Hoyos considera que esta vacuna será «sin lugar a dudas» segura y claramente capaz de prevenir la enfermedad. El doctor matiza que en los ensayos de la fase 3 de una vacuna no sólo se pretende comprobar que puede prevenir la infección, sino que «también es capaz de combatir la agresividad de la infección si se administra al paciente infectado«.

En relación con la vacuna surge una de las primeras dudas que quedan por resolver sobre el coronavirus: ¿será necesario revacunarse? Según explica el epidemiólogo en Infosalus, dependerá de la duración de la respuesta inmunitaria específica que genere la vacuna, tanto de anticuerpos como de células T.

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Otro aspecto clave a descubrir según este doctor es qué tipo de respuesta inmunológica es fundamental para el control de la infección. «Parece que la respuesta de anticuerpos no es todo, ni parece que vaya a perdurar mucho en el tiempo. Se estima que unos 6 meses. Los trabajos más recientes aparecidos parecen indicar que se induce un tipo de respuesta celular T CD4 y T CD8 que podría perdurar algo más de tiempo (2 años)», dice López Hoyos.

La necesidad de revacunar, por tanto, dependerá de cuánto dure esta respuesta inmunitaria y de si puede haber reinfecciones. Según este epidemiólogo, lo de las reinfecciones es ahora mismo «anecdótico». «No serán muchas y si se demuestran, tendremos que ver en esos sujetos el tipo de respuesta que se indujo en la primera infección y por qué no protege frente a la segunda. Y si es cierto, es posible que entonces nos tengamos que plantear dosis de recuerdo», señala. En todo caso, el doctor puntualiza que la respuesta inmunitaria protectora inducida por una infección en muchas ocasiones es menor que la inducida por una vacuna.

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El presidente de la SEI también indica que hay que seguir investigando las razones por las que hay personas asintomáticas, y si esto es fruto de su respueta inmunitaria. El doctor opina que lo lógico sería que estos sujetos tengan una respuesta inmunitaria suficiente para combatir el virus aunque se infecten: «Se piensa que en los asintomáticos su respuesta inmunitaria innata es suficiente para eliminar el virus. Y, si se induce una respuesta inmunitaria adaptativa de CD4 y CD8, es suficientemente potente para no enterarnos de la enfermedad». El problema que presenta el estudio de estos casos, según López Hoyos, es que normalmente no se ha podido analizar su respuesta inmunitaria en el momento de ser infectados.

Estudiar otras respuestas inmunitarias

El presidente de la SEI ha querido recordar que la respuesta inmunitaria mediada por anticuerpos no es la única que puede hacer frente al SARS-CoV-2. «Es probable que la otra rama de la respuesta inmunitaria especializada o adaptativa, mediada por células T, sea más importante incluso. Parte de estas células T sabemos que tienen reacción cruzada frente a los coronavirus estacionales y que pueden explicar parte de la protección de la población frente al SARS-CoV-2», detalla.

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López Hoyos puntualiza que al padecer la COVID-19 se inducen células T específicas frente al SARS-CoV-2: «Se producen tanto células T CD4 o cooperadoras (que ayudan a mantener la memoria inmunológica duradera y contribuyen también a la respuesta de anticuerpos) y células T CD8 citotóxicas antivirales». El epidemiólogo resalta que las células T memoria de estos dos tipos inducen una protección tanto, o más potente, que los anticuerpos frente al virus.

No obstante, matiza que estos datos aún hay que estudiarlos más a fondo. Por ello señala que es importante que los inmunólogos analicen la respuesta inmunitaria mediada por células T y también las de la respuesta innata.

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