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Sábado, 31 de julio 2021, 11:46
La ITV es una inspección técnica a la que se deben someter periódicamente todos los vehículos para que se compruebe si están en condiciones de circular con seguridad. Durante esta revisión no solo se revisa el motor y aspectos internos del vehículo como el cuentakilómetros ... o los cinturones de seguridad, sino que también se comprueba el estado exterior. Si los inspectores detectan defectos en la carrocería y el chasis el vehículo puede no pasar la ITV.
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El Manual de procedimiento de inspección de estaciones ITV indica lo siguiente: «Los vehículos deben estar construidos y equipados de forma que no tengan en su exterior adornos u otros objetos con aristas salientes que presenten peligro para sus ocupantes o para los demás usuarios de la vía pública». El manual añade que todos los componentes de la carrocería y chasis deben estar en buen estado en cuanto a su integridad y sujeción y que los órganos mecánicos y su equipo complementario deben estar protegidos para que no sean peligrosos.
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Es decir, la carrocería debe estar libre de defectos que puedan afectar a la integridad del vehículo o a la seguridad de las personas. Para comprobar que esto es así, los técnicos de la ITV realizan una inspección visual del estado estructural del chasis y la carrocería, de los paragolpes y del tapón del carburante, entre otros elementos.
Los defectos que se pueden identificar durante esta inspección son los siguientes:
- Defectos de estado (óxidos, perforaciones, desperfectos o inexistencia de rejilla de radiador, etc.): se consideran defectos leves. No obstante, cuando estos defectos son de especial gravedad y afectan a los amarres de la cabina o carrocería al chasis, las articulaciones de las cabinas basculantes, los largueros y travesaños o los pisos y bajos, pueden convertirse en defectos graves o muy graves.
- Anclajes de portacontenedores inexistentes o deteriorados, impidiendo su función: defecto grave.
- Existencia de aristas vivas o cortantes: defecto grave.
- Elementos de la carrocería o chasis sueltos o con fijación defectuosa (paragolpes, cubrecarter, pasos de rueda, etc.): defecto leve. No obstante, si existe riesgo de desprendimiento el defecto es grave.
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- En su caso, inexistencia de algún paragolpes: defecto grave.
- Entrada de humos en el espacio destinado a ocupantes: defecto grave.
- Defectos en la instalación eléctrica: defecto leve pero, si existe riesgo de cortocircuito, es grave.
- Pérdidas de fluido en equipos auxiliares de accionamiento hidráulico: defecto leve excepto si existe goteo continuo, en cuyo caso será grave.
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