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Domingo, 15 de mayo 2022, 13:34
Novedades de Tráfico en relación a las rotondas. Ante los conflictos que habitualmente generan las rotondas holandesas entre los conductores, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha explicado la diferencia con respecto a las rotondas francesas, que también funcionan en España. Muchos ciclistas se han mostrado en contra ... de este tipo de infraestructuras por la peligrosidad que suponen a la hora de incorporarse, por eso la DGT ha aprovechado para recordar a los conductores cómo se debe circular por las mismas.
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Un claro ejemplo de rotonda francesa es el Arco de Triunfo de París, en la que los carriles no están delimitados, lo que convierte la circulación en una prueba de supervivencia. Además, en estos casos, tienen prioridad los vehículos que entran, ya que los que están dentro deben ceder el paso a los de su derecha al no haber un ceda el paso para incorporarse. Por este motivo, los conductores noveles tienen prohibido circular por las rotondas de este tipo.
En Francia, hay una glorieta cada 21 kilómetros, lo que convierte al país con más rotondas del mundo, siendo la más antigua la del Arco del Triunfo, en París, donde confluyen 12 avenidas.
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En Bilbao también exite una rotonda que se asemeja a la del Arco de Triunfo. Se trata de la glorieta de la Plaza Circular, que a pesar de no ser tan grande como la parisina, también carece de marcas viales que delimitan los carriles. No obstante, en esta sí hay cedas para acceder a ella.
La DGT explica que la norma principal establece que los vehículos que circulan dentro de la rotonda tienen la prioridad sobre los que entran (siempre que una señal –semáforo, marca vial– o un agente no ordenen lo contrario).
Por tanto, la entrada a una plaza circular sin respetar esa prioridad de paso de otros conductores puede ocasionar frenadas bruscas, alcances y hasta colisiones entre vehículos. Asimismo, abandonar la glorieta desde un carril interior, cruzándose por delante de otros vehículos, también puede tener graves consecuencias.
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Es más, no activar los intermitentes cuando es obligatorio supone una infracción grave, castigada con una multa de 200 euros. «Los intermitentes son una forma de expresión con la que advertimos de las maniobras que vamos a realizar, evitando accidentes en la vía y haciendo la circulación más fluida», recuerda la Dirección General de Tráfico.
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