Un estudio descubre que hablar es tan peligroso como toser para contagiar el coronavirus

El problema principal reside en las partículas que se desprenden de una persona cuando habla. Mientras que las más grandes tienden a caer al suelo, las pequeñas, en forma de aerosoles, se mantienen en el aire. Algo que podría explicar por qué se dan más contagios en ambientes interiores que al aire libre. Según Pedro Magalhães, coautor del estudio y experto en mecánica de fluidos de la Universidad de Cambridge, hacen falta «mascarillas, se necesita distanciamiento y se necesita una buena ventilación para que estas partículas no se acumulen en un espacio interior y se eliminen de forma segura».

La investigación ha conseguido determinar que solo hacen falta un par de segundos para que las partículas contaminadas viajen más de dos metros. Es decir, si hablamos con una persona a una distancia menor a esa y no llevamos mascarillas, podemos contagiarnos si esa persona es positiva en Covid-19 y no lo sabe.

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El equipo que ha desarrollado la investigación, ha concluido que no es apropiado estar en situaciones así. Hablar o toser sin mascarilla es peligroso, pero hacerlo de forma inconsciente puede serlo más porque las personas tienden a relajarse en ambientes de confianza. Prevenir nuevos contagios está en la mano de todos si se mantienen las distancias y se usa la mascarilla todo el tiempo posible.