Una sanitaria atiende a un enfermo de coronavirus en una UCI EFE

Un estudio abre la puerta a una nueva terapia para pacientes de Covid-19 con secuelas pulmonares

Investigadores del CNIO señalan que el acortamiento de los telómeros a causa de la COVID-19 impide la regeneración de los tejidos

elena quirantes

Miércoles, 13 de enero 2021, 12:32

Los pacientes en quienes la COVID19 cursa con gravedad tienen telómeros significativamente más cortos, según un estudio realizado por investigadores del Centro Nacional de Investigacones Oncológicas (CNIO) en colaboración con el Hospital de Campaña COVID-IFEMA. Este descubrimiento abre la puerta a una nueva terapia ... génica para pacientes con lesiones pulmonares post-COVID. El trabajo, dirigido por María A. Blasco y cuyos primeros autores son Raúl Sánchez y Ana Guío-Carrión, se ha publicado en la revista 'Aging'.

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El grupo de Telómeros y Telomerasa del CNIO, liderado por Blasco, lleva décadas investigando el papel de los telómeros en la regeneración de los tejidos. Este nuevo trabajo postula que el acortamiento de los telómeros como consecuencia de la infección vírica impide la regeneración de los tejidos y que por eso una parte de los pacientes sufre secuelas prolongadas. Según explica CNIO, los telómeros son estructuras que protegen los cromosomas dentro de cada célula del organismo. Se sabe que su longitud es un indicador del envejecimiento. Cada vez que la célula se divide, los telómeros se acortan, hasta que llega un punto en que no pueden ejercer su función protectora y la célula, dañada, deja de dividirse. Durante toda la vida las células se dividen constantemente para regenerar los tejidos y, cuando ya no lo hacen porque los telómeros son demasiado cortos, el organismo envejece.

Los investigadores han demostrado en los últimos años con ratones que es posible revertir este proceso activando la producción de la enzima telomerasa, responsable de realargar los telómeros. La activación de la telomerasa es efectiva para tratar en los animales enfermedades asociadas al envejecimiento y a daños en los telómeros, como la fibrosis pulmonar.

En la fibrosis pulmonar el tejido del pulmón desarrolla cicatrices y se vuelve rígido, lo que provoca una pérdida progresiva de la capacidad respiratoria. El grupo del CNIO ha demostrado en trabajos previos que una causa de la enfermedad es el daño en los telómeros de las células que deben regenerar el tejido pulmonar, los neumocitos alveolares tipo II. Y estas células son precisamente las que infecta el coronavirus SARS-CoV-2 en el tejido pulmonar.

En el trabajo en 'Aging' los investigadores señalan: «Nos llamó la atención que una consecuencia habitual de la infección por SARS-CoV-2 parece ser la inducción de un fenotipo similar a la fibrosis en los pulmones y los riñones, lo que sugiere que la infección vírica podría estar agotando el potencial regenerativo de los tejidos».

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Los autores proponen que es la existencia de telómeros cortos lo que dificulta la regeneración del tejido tras la infección. Como explica Blasco: «Sabemos que el virus infecta a los neumocitos alveolares tipo II, y que esas son las células relevantes para regenerar el pulmón; también sabemos que si tienen daño telomérico no pueden regenerar, induciendo fibrosis. Esto es lo que se ve en pacientes con lesiones pulmonares tras la COVID-19: pensamos que desarrollan fibrosis pulmonar porque tienen telómeros más cortos y esto limita la capacidad regenerativa de sus pulmones».

Los datos presentados por los investigados en 'Aging' aportan evidencias a favor de esta hipótesis. Los investigadorse analizaron con diversas técnicas los telómeros de 89 pacientes ingresados en el hospital de IFEMA. Los datos muestran que en los pacientes estudiados la longitud media de los telómeros se reduce según aumenta la edad. Además, como los enfermos más graves son también los de mayor edad, hay igualmente una correlación entre mayor gravedad y menor longitud telomérica.

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No era previsible, sin embargo, que también resultaran más cortos los telómeros de los enfermos más graves independientemente de la edad. «Es interesante que también hallamos que los pacientes con patologías más graves debidas a la COVID-19 tienen telómeros más cortos a diferentes edades, en comparación con aquellos con patología leve», escriben los investigadores. Estos datos apuntan a que «uno de los marcadores del envejecimiento, como es la presencia de telómeros cortos, puede tener un papel en la gravedad de la enfermedad COVID-19», añaden.

Una terapia génica para los pacientes con secuelas pulmonares

Los investigadores pretenden demostrar ahora una relación causal entre la menor longitud telomérica y las secuelas pulmonares de la COVID-19. La confirmación de que los telómeros cortos dificultan la recuperación de los pacientes graves abriría la puerta a nuevas estrategias de tratamiento, como una terapia basada en la activación de la telomerasa.

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«Dado que los telómeros cortos pueden ser alargados de nuevo mediante la telomerasa, y que en trabajos previos hemos mostrado que la activación de la telomerasa tiene efecto terapéutico en enfermedades relacionadas con telómeros cortos, como la fibrosis pulmonar, es tentador especular que esta terapia podría mejorar algunas de las patologías que quedan en pacientes de COVID-19 una vez superada la infección viral, como la fibrosis pulmonar», indican.

Blasco ya estaba poniendo a punto una terapia para regenerar el tejido pulmonar en pacientes de fibrosis y cree que este tratamiento (que aún tardaría año y medio en estar disponible) también podría ayudar a quienes siguen con lesiones pulmonares tras superar la COVID-19.

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