El aviso de un experto del CSIC sobre las mascarillas quirúrgicas. efe

El aviso de un experto del CSIC sobre las mascarillas quirúrgicas: «No puedo estar tranquilo»

El investigador José María Langarón insiste en que este tipo de cubrebocas no protegen de los aerosoles, la principal vía de contagio del coronavirus

IDEAL

GRANADA

Viernes, 6 de noviembre 2020

El investigador del Instituto de Agroquímica y Técnica Alimentaria del CSIC José María Langarón ha alertado de que «las mascarillas quirúrgicas no valen para interiores». El experto, encargado de desarrollar la mascarilla FFP2 de nanofibras de la citada agencia estatal, explicó en una ... entrevista a Nius que los modelos quirúrgicos no protegen de los aerosoles -principal vía de contagio de la Covid-19- por ser abiertas y porque se prueban contra bacterias, no contra virus.

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El científico asegura que, al testar una mascarilla, «tienes que probar su eficiencia de filtración contra bacterias de tres o cuatro micras, que debe ser superior al 95% o, incluso, al 98%». «Nosotros tenemos una máquina para filtrar aerosoles y, cuando yo testo una quirúrgica con ellos, la filtración estaría entre el 65 y el 80 por ciento», agregó, para afirmar más tarde que existe «la noción equivocada de que una mascarilla quirúrgica protege de que tú contagies a otros», pero sostiene que «eso no es verdad». «Protege de que las bacterias que yo emito puedan pasar a través de la mascarilla, pero si yo tengo un virus, sólo me van a proteger en parte, hasta un 80% como mucho», subrayó.

Esta es la razón por la que, según Langarón, las mascarillas quirúrgicas no valen para interiores. «No nos estamos protegiendo de bacterias», insistió, para argumentar seguidamente que «si alguien estornuda o, simplemente, habla, parte de esos aerosoles atraviesan la mascarilla y otra parte sale por los laterales». De la misma forma, indicó que no le importa llevar este tipo de cubrebocas en la calle, pues sólo percibiría las partículas más gruesas. Sin embargo, en un espacio cerrado, aseguró no poder «estar tranquilo». «Si hay un supercontagiador en una habitación y no te pones una FFP2 o una FFP3, vas a acabar contagiado, seguro», sentenció, para concluir que «no enviaría a la gente a trabajar a una oficina sin una protección de FFP2».

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