El frío congela el diésel de tu coche: a qué temperatura ocurre y cómo puedes evitarlo

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EFE

El diésel es sensible al frío porque está compuesto de un hidrocarburo líquido que está formado por parafinas que pueden llegar a solidificarse cuando la temperatura baja de los 10 grados. Es decir, pueden hacer que el diésel no fluya y que el recipiente que lo contiene llegue a colapsar. Aunque esto no va a suceder normalmente en un vehículo, sí es posible que la bajada de las temperaturas si un coche 'duerme' en la calle, acaben afectando al rendimiento del motor que puede incluso que se quede inoperativo si la temperatura ha hecho estragos en el diésel.

Por ello, lo ideal es tener el vehículo resguardado no solo del frío, sino del calor extremo. Las temperaturas oscilantes son perjudiciales para los componentes del coche y cabe tener cuidado a la hora de utilizarlo. En todo caso, se posible evitar que el diésel se solidifique y haga que el motor no funcione teniendo pequeños cuidados con el mismo. Acudir a un taller para que nos lo revisen es una opción.

Otra es informarse del tiempo que hará y si nuestro coche estará mucho tiempo al aire libre. Si es así, siempre es buena idea utilizar aditivos para el gasoil que hagan que su temperatura suba de modo que no se vea afectado por un proceso de solidificación de la parafina. Y de igual modo, siempre es útil conducir con mayor precaución y más suavidad cuando el frío arrecia.