Así funcionan los radares indetectables de la DGT

En realidad, su nombre real es 'Velolaser' y son prácticamente infalibles. Debido a su tamaño, a su manejo y a su capacidad, la DGT los está usando cada vez más porque proveen de una herramienta extraordinaria para medir excesos de velocidad incluso en varios carriles a la vez. Porque los 'Velolaser' se pueden adosar a la mediana o al guardarraíles sin que ningún conductor pueda verlos, lo que los convierte en un gran aliado para la DGT.

Estos radares son capaces de controlar la velocidad en varios carriles al mismo tiempo, pueden ser controlados desde una gran distancia por parte de los agentes y encima son útiles porque pueden ser utilizados por el método 'cascada' que hace que haya un radar móvil detrás de otro fijo y anunciado.

No obstante, la DGT tiene algún radar que no termina de despegar. Paradójicamente, se trata de los cinemómetros que van volando en drones y que desde hace algunas semanas han sido puestos en entredicho por la validez de los datos que aportan. Al no estar manejados directamente por un agente, las multas interpuestas por este método son recurribles.