
Domingo, 12 de enero 2020, 09:56
Buenas, soy Emilio Calatayud. ETA asesinó a Enrique Cuesta en 1982. Su 'pecado': ser el delegado de Telefónica en Guipúzcoa. Su hija, Cristina Cuesta Gorostidi, ha dedicado y dedica su vida a que no se olvide la memoria de las víctimas del terrorismo. Ya sabemos que quien olvida su pasado está condenado a repetirlo.
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Pero es que, además, Cristina y otras víctimas del terrorismo ayudan a rehabilitar a los niños y adolescentes que están encerrados en centros de reforma por haber delinquido. La propia Cristina nos lo ha contado a través del Facebook.
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