![«Las máquinas acabarán con muchos oficios, pero aparecerán otros nuevos»](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202106/07/media/cortadas/amparo-xlobato-kPx-U140614538403o3D-1248x770@RC.jpg)
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En un futuro no muy lejano prácticamente cualquier experiencia humana podrá ser desempeñada por máquinas, desde el transporte a los servicios de salud. La tecnología avanzada exigirá el concurso de ingenieros informáticos, pero también de matemáticos, economistas, psicólogos y hasta filósofos. La presidenta de la Asociación Española para la Inteligencia Artificial (Aepia), Amparo Alonso Betanzos, aboga por que la ética rija el desarrollo de la digitalización y la robotización. Catedrática en el área de Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de La Coruña, Alonso ve necesaria la introducción de una asignatura en la escuela que enseñe el pensamiento computacional.
–EE UU y China no parecen interesados en imponer límites éticos al desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), mientras que Europa sí. ¿Cómo cree que se dirimirá el conflicto?
–Sabemos que China utiliza la IA para el control de la población. El país no está interesado en imponer límites. En EE UU no existe una ley federal al respecto, pero sí hay cortapisas en varios Estados en lo que se refiere al uso de controles biométricos en espacios abiertos. En la UE no se pretende inhibir el desarrollo de la IA, pero sí subordinarlo a ciertas condiciones. Algunas cuestiones van calando cada vez más, como por ejemplo la privacidad, inquietud que empieza a ser asumida por algunas empresas.
–¿Es preocupante que la selección de personal está mediatizada por algoritmos que tienen un sesgo de raza y género?
–Me imagino que me habla de Google y Amazon, que tuvo que eliminar su algoritmo de selección de personal porque mostraba un fuerte sesgo de género, del que se infería que la mujer era menos apta que el hombre, cuando en realidad es que los currículos femeninos estaban infrarrepresentados. Las bases de datos han de tener una alta calidad, sin sesgos que induzcan a discriminaciones.
–¿La IA es una disciplina en mantillas o estamos a un paso de que las máquinas tomen decisiones como los humanos?
–Es una disciplina que ya tiene cierta madurez. De hecho, data de mediados de los años cincuenta. Hemos avanzado mucho desde entonces. Usamos la IA cuando damos por buenas las recomendaciones que nos hacen las plataformas televisivas o cuando utilizamos el navegador del móvil para conducir.
–¿Qué áreas son más prometedoras?
–La educación y la sanidad son dos de las áreas que más van a cambiar en los próximos años por el uso de la IA. Hemos podido disponer con rapidez de vacunas contra el virus de la covid gracias en parte a la inteligencia artificial. Infraestructuras, transporte público, servicios públicos de la Administración, seguros, finanzas, agricultura y turismo son sectores con gran potencial.
–Hay quien sostiene que serán los robots, no el ser humano, los que conquistarán el espacio.
–Ya estamos asistiendo al uso de robots para la exploración marina, el único espacio del planeta que permanece inexplorado. Las máquinas gestionarán el tráfico, y cuidarán del medio ambiente. En otros ámbitos, la IA debería estar prohibida o muy restringida en prácticas como el 'scoring' social (puntuación que determina la credibilidad o reputación de una persona) o la monitorización de la población.
–¿Qué oficios no pueden ser desempeñados por máquinas?
–En muy pocos sitios no podremos usar la IA. Van a acabar muchos empleos y oficios, pero aparecerán otros nuevos. Son empleos que tienen que ver con las telecomunicaciones y la ciberseguridad. Al mismo tiempo muchas personas se ayudarán de máquinas para trabajar. Hoy en día existen infinidad de pruebas médicas y diagnósticas que se realizan gracias a la tecnología, y eso no ha supuesto la desaparición de los profesionales de la medicina.
–¿Tenemos menos ingenieros informáticos de los que necesitamos?
–Sí, ocurre en toda Europa. A veces me resulta muy difícil de entender. No es una titulación sencilla, las mujeres no se sienten atraídas por las carreras tecnológicas y los salarios no son demasiado buenos en el sector.
–Está previsto que los fondos europeos de recuperación financien proyectos de IA. ¿Tiene confianza en que se gastarán bien?
–Estamos ante una oportunidad de cambiar nuestro modelo económico. La pandemia ha demostrado que una economía basada en la construcción y el turismo no es la mejor.
–¿Es necesaria una asignatura de informática en las escuelas?
–En Reino Unido hay una asignatura que no es exactamente informática, pero sí que enseña a pensar con lógica y estimula el razonamiento abstracto, capacidades que son útiles para poder manejar las nuevas tecnologías. Muy probablemente debamos incluir materias similares en las disciplinas de ciencias sociales.
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