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Viernes, 5 de marzo 2021, 12:27
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa Bioinicia han dedicado sus recursos al desarrollo de un filtro para máscara respiratoria que protegería mejor frente a la covid-19. Durante los primeros meses de la pandemia, Bioinicia cambió su planta de fabricación para ... producir PROVEIL, la mascarilla viricida que tiene un filtro de nanofibras que desactiva el coronavirus en un 97 % en dos horas.
Según indica PROVEIL en su web, la principal diferencia con otros modelos similares es que el agente viricida o antimicrobiano va incluido dentro de las nanofibras de la mascarilla, donde es más efectivo porque ahí es donde los microorganismos se quedan atrapados.
José María Lagarón, investigador del CSIC y líder del grupo de investigadores que ha desarrollado el filtro de nanofibras PROVEIL, explica que en sus ensayos no solo han analizado la capacidad del filtro de matar bacterias comunes, sino también su comportamiento frente al virus modelo del coronavirus. «Para probar la efectividad del componente del filtro viricida lo hemos hecho con un tipo específico de coronavirus, un modelo equivalente del coronavirus que afecta a los humanos, el Feline Corona Virus, Strain Munich», señala Lagarón.
«El agente viricida que va incluido dentro del filtro de la mascarilla empieza a actuar en el mismo momento en el que entra en contacto con el virus. La clave de su efectividad es precisamente esta: aplicamos el tratamiento donde es más efectivo, en el filtro, porque es ahí donde se paran los microorganismos. Se quedan ahí varados porque no pueden pasar por la barrera mecánica de las nanofibras del filtro y mientras están ahí retenidos, empieza a actuar el viricida», detalla Lagarón. De esta manera, el coronavirus se inactiva hasta en un 97 % en dos horas de contacto, mientras que, en el caso de las bacterias, se inactivan al 99,9 % en tres horas de contacto.
El hecho de que estén elaboradas con nanofibras aumenta su durabilidad. En los filtros tradicionales el tamaño de poro es más grande que el tamaño del virus y de los aerosoles infectivos, lo que permitiría que pasaran. No obstante, estos filtros tienen cargas electroestáticas que paran a los aerosoles infectivos al pasar. «Cuando yo llevo una mascarilla convencional y empiezo a utilizarla, al respirar se genera humedad, y también cuando hay alta humedad en el ambiente o niebla que condensa. Esa humedad disipa estas cargas eléctricas. Entonces por eso la durabilidad de las mascarillas en su eficiencia frente a la penetración de estos aerosoles, partículas, etc. es incierta, ya que va cayendo con el tiempo», explica Lagarón.
Esto no ocurre en las mascarillas con filtro PROVEIL. «La red de nanofibras que creamos es muy tupida y fina […]. Las mascarillas de nanofibras que hemos desarrollado ofrecen una capacidad de filtración del 100 % frente a los denominados aerosoles infectivos, con tamaños superiores a 0,6 micras», indica el investigador. Asimismo, Lagarón destaca que esta mascarilla es más ligera y evacúa más fácilmente el calor, la humedad y el CO2.
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