Los otros motivos por los que puede multarte un radar de la DGT, a parte de la velocidad

Circular con un vehículo en mal estado por una carretera no solo es un peligro que corre el que lleva a cabo tal imprudencia, sino el resto de automóviles que hay en ese momento cerca de él. Para evitar que esto suceda, hay que tener en regla el seguro del vehículo y haberle pasado la ITV (si tiene menos de cuatro años y no es nuevo). Si alguna de estas cosas no se cumple, o alguna de ellas, la Dirección General de Tráfico (DGT) puede imponer una multa muy elevada. Por eso, con sus radares también vigila que estas situaciones no se produzcan.

Porque un radar no solo es capaz de detectar la velocidad a la que circula un vehículo, sino que gracias a su cámara está continuamente controlando a los automóviles que pasan junto a él. Así puede 'leer' las matrículas y enviarlas para que sean identificadas en la base de datos de Tráfico para saber si consta que ha pasado la ITV o que no tiene seguro. Los radares son capaces de llevar a cabo esta función estando fijos y siendo móviles.

Pero Tráfico también tiene otros sistemas que vigilan las matrículas. Equipos especializados para ello que viajan en vehículos camuflados o drones que son capaces de ver a una gran distancia. En algunas ocasiones, la DGT también utiliza estos medios para detectar a automóviles que han podido ser robados o que forman parte de una operación policial en marcha.

En todo caso, si una persona comete la imprudencia de circular sin ITV y es detectado, deberá abonar 200 euros de multa, pero si lo hace sin seguro, la sanción es mucho mayor: 1.500 euros si se trata de un turismo.