Fachada principal de la sede del Tribunal Supremo. EP

Ocho años de cárcel para un cura que abusó de la menor a la que adoctrinaba

El condenado, director espiritual de su colegio, convirtió la vida de la chica en un «calvario» y llegó a someterla a un exorcismo para tapar sus agresiones

Miércoles, 29 de mayo 2024, 16:27

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de ocho años y medio de cárcel para un sacerdote que abusó durante años de una menor aprovechándose de su ascendencia y superioridad como director espiritual del colegio de Talavera de la Reina (Toledo) donde estudiaba la adolescente.

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La Sala de lo Penal, que descarta por completo el recurso del agresor y confirma la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, lo condena por un delito continuado de abusos sexuales con penetración. Además de la prisión, ratifica la indemnización de 100.000 euros por daños morales que debe pagar a la víctima por el «calvario» que la hizo soportar durante un trienio. El alto tribunal se muestra totalmente de acuerdo con la indemnización acordada por el tribunal superior, que duplicó los 50.000 euros que había impuesto en primera instancia la Audiencia Provincial de Toledo, por considerar que la compensación inicial era insuficiente para el daño infringido.

Los abusos se produjeron de 2010 a 2013, cuando la adolescente tenía entre 14 y 17 años y cursaba en el centro escolar 4º de la ESO, primero, y 1º y 2º de Bachillerato, después. La chica conoció al cura en un viaje del colegio al Camino de Santiago y el curso siguiente el religioso pasó a ser su director espiritual.

Cometió los abusos durante tres años en los encuentros que mantenía con la adolescente como director espiritual, diciéndole a la víctima que lo hacía todo «en nombre de Dios». El tribunal considera probado que la chica se sometió a las agresiones por el rol «casi parental» que el cura asumió frente a ella; por el respeto y confianza que le tenía, en su condición de director espiritual y sacerdote; por la manipulación a la que la sometió, tras justificar sus actos como algo querido por Dios; y por la consideración moral que este religioso tenía en el ámbito familiar y escolar de la chica.

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Obra del demonio

La sentencia detalla exhaustivamente los abusos y las dramáticas consecuencias que tuvieron sobre la salud de la joven, que requirió de varias hospitalizaciones. Para tratar de ocultar sus delitos, el cura incluso llegó a someter a la menor a un exorcismo en su domicilio, para lo que sugirió a la madre de la víctima que las afecciones se debían a la influencia del demonio. Los hechos probados recogen también que tras el exorcismo la madre y el sacerdote mantuvieron una relación sentimental de cinco meses.

El Supremo desestima el recurso del acusado y destaca la razonabilidad de la sentencia del tribunal superior por considerar el testimonio de la víctima como prueba de cargo fiable y los informes médicos como corroboración de su credibilidad.

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Los magistrados de la Sala de lo Penal no comparten que el recurrente «se dedique a enunciar lo que considera contradicciones en distintas versiones dadas por la víctima porque, ante un calvario como el que tuvo que pasar la joven durante tantos años, lo increíble hubiera sido una coincidencia exacta, cuando la experiencia de la vida nos enseña que, si bien la esencia de un acontecimiento puede recordarse en lo que el acontecimiento deja marcado, no siempre se es capaz de recordar cada detalle o secuencia puntual de ese pasado, más cuando ha transcurrido determinado periodo de tiempo».

«Un suplicio difícil de inventar»

El Supremo subraya que el tribunal superior, que visionó el testimonio de la víctima durante el juicio, ya descartó contradicciones o dudas reseñables en su relato, en el que incluyó una cantidad de detalles «reveladores de un suplicio difícil de inventar».

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Sobre la impugnación por el agresor de la elevación de la indemnización de 50.000 a 100.000 euros, el Supremo bendice la decisión del tribunal superior y cree que «hasta podría quedarse corta». Argumenta que «si se tiene en cuenta la dificultad que entraña hacer una evaluación de un sufrimiento como el padecido por (la víctima), con tan extenso, humillante y vejatorio trato del condenado y con las muy graves consecuencias que tuvo para la salud física y mental de la joven, que son aspectos que, valorados de una forma un tanto global y genérica en la sentencia de instancia, han sido analizados con mayor atención y detalle por el tribunal de apelación«. En definitiva, entiende justificado el aumento concedido en la indemnización.

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