Alberto Flores
Granada
Jueves, 28 de julio 2022, 10:35
Por norma general los medicamentos tienen como fin acabar con una enfermedad o permitir que los síntomas de una dolencia remitan. Sin embargo, en algunas ocasiones ingerir ciertos fármacos puede conllevar que se sufran algunos efectos secundarios adversos raros. Ningún medicamento se libra de ellos, ... ya que hasta los más populares como el Nolotil, el Tramadol o el Valium pueden generar efectos adversos.
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Es por este motivo que solo se recomienda consumir fármacos bajo prescripción médica, así como leer el prospecto de cada uno de ellos para conocer las precauciones y advertencias en su uso. Sin lugar a dudas uno de los medicamentos más consumidos en España es el Ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroideo indicado para el tratamiento de fiebre, dolor de intensidad leve o moderada, artritis, artrosis, espondilitis anquilosante, inflamación y dismenorrea primaria.
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Y, al igual que sucede con el resto de medicamentos, el Ibuprofeno también cuenta con algunos posibles efectos secundarios. Uno de ellos es la parestesia, un efecto denominado como raro que puede afectar a entre 1 y 10 de cada 10.000 pacientes y que se trata de una afección del sistema nervioso central.
Básicamente se trata de una sensación de adormecimiento, hormigueo, acorchamiento y similares que se produce con mayor frecuencia en pies, manos o brazos. Una sensación que se presenta de forma súbita sin causar dolor y sin causa objetiva. Según recomienda la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, en caso de sufrir alguno de estos síntomas lo recomendable es consultar con un médico o farmacéutico.
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Además de la parestesia, que es un efecto catalogado como raro, existen otras reacciones generales tras ingerir Ibuprofeno que si aparecen se debe dejar de tomar el medicamento de forma inmediata. Estas son las siguientes:
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• Reacciones alérgicas tales como erupciones en la piel, hinchazón de la cara, pitos en el pecho o dificultad respiratoria.
• Vómitos de sangre o de aspecto similar a los posos de café.
• Sangre en las heces o diarrea con sangre.
• Dolor intenso de estómago.
• Ampollas o descamación importante en la piel.
• Dolor de cabeza intenso o persistente.
• Coloración amarilla de la piel.
• Signos de hipersensibilidad grave.
• Hinchazón de las extremidades o acumulación de líquido en los brazos o piernas.
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