Los planes del Gobierno para aumentar la edad de jubilación

Actualmente se pueden jubilar con 65 años las personas que han cotizado más de 37 años, y con 65 años y 10 meses las que han cotizado menos. No obstante, la edad de jubilación continuará aumentando hasta 2027, momento en el que alcanzará los 67 años para los que hayan cotizado menos de 38 años y 6 meses.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido en varias ocasiones la necesidad de retrasar la edad de jubilación para tratar de contener el gasto en pensiones. Sin embargo, el ministro no habla de retrasar la edad legal sino la efectiva.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró el pasado martes que el Gobierno no tiene intención de elevar la edad legal de jubilación. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno recordó las palabras que pronunció Escrivá la semana pasada, quién abogó por acercar la edad real de jubilación –que está en 64,6 años– a la edad legal. «Esto significa que, hoy por hoy, en nuestro país la edad efectiva esta por debajo de la edad legal. El objetivo es ver cómo progresivamente vamos acercando esa edad a la legal. Ese es el camino a recorrer», dejó claro Montero.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también se ha manifestado en contra de prolongar la edad de jubilación, algo que, tal y como aseguró Montero, «en ningún caso planteó Escrivá».

Lo que propone Escrivá para conseguir el retraso de la edad efectiva de jubilación es desincentivar las jubilaciones anticipadas. Según señaló el ministro en la comparecencia que realizó ante la comisión del Pacto de Toledo la semana pasada, ha habido un aumento de las jubilaciones anticipadas, que el año pasado supusieron un 16% del total.

Escrivá explicó a este periódico hace unos meses que los coeficientes penalizadores de la jubilación anticipada «no están bien diseñados» porque «están definidos de forma regresiva, de manera que a pensiones más bajas hay menos incentivos para jubilarse y a pensiones más altas hay más incentivos. Tenemos un problema ahí y se están produciendo demasiadas jubilaciones anticipadas, especialmente entre personas con un nivel alto de pensión». Desincentivar estas jubilaciones anticipadas, según el ministro, conseguiría retrasar la edad efectiva de jubilación.

Por otro lado, el ministro aboga por incentivar la jubilación demorada. Durante su comparecencia en la comisión del Pacto de Toledo Escrivá volvió defender esta medida, señalando que hay que incrementar los incentivos económicos por retrasar la jubilación y reforzar las fórmulas de compatibilidad con el trabajo que permitan la prolongación de las carreras profesionales. Según Escrivá, la jubilación demorada puede resultar atractiva a todas las partes, porque genera una pensión mayor, es un ahorro para el sistema y un ahorro para el empresario por la reducción de cotizaciones.