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Una prótesis para la Ventana Azul

Una prótesis para la Ventana Azul

Un arquitecto ruso propone reconstruir en acero el icónico arco de roca natural de Malta, derribado por una tempestad en 2017. Los isleños están entusiasmados

ICÍAR OCHOA DE OLANO

Domingo, 6 de enero 2019, 00:33

El 8 de marzo de 2017 se desencadenó una poderosa tormenta en el centro del Mediterráneo que propulsó olas de hasta diez metros contra el litoral maltés. La misma furia de la naturaleza que durante milenios cinceló pacientemente la llamada Ventana Azul, una de las formaciones rocosas más caprichosas, visita indispensable para los miles de cazadores de instantáneas que cada año aterrizan en la mini república, la destrozaba aquel día con las mismas armas, un cóctel letal de viento y salitre. El techo del puente a ninguna parte esculpido en Gozo, la segunda isla del archipiélago en tamaño, se precipitaba veintiocho metros en caída libre hasta hundirse en el océano y el pilar que lo sujetaba desde el agua quedaba fatalmente tullido. El primer ministro del país insular, Joseph Muscat, daba cuenta en Twitter del desastre y explicaba cómo hacía años un informe geológico había administrado la extremaunción a la mole tras certificar su delicado estado de salud a causa de los embites de la erosión. «Ese triste día llegó y el resultado es desgarrador», agregó bajo una imagen de la zona cero.

«Los megalitos y las murallas de La Valleta también desafiaron a la naturaleza»

Los malteses, que se acercaron en masa a comprobar con sus propios ojos la desaparición de uno de sus principales reclamos turísticos, no pudieron evitar cierto sentimiento de orfandad. Un golpe de mar se había llevado para siempre la atalaya de piedra caliza, catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en la que se celebró la boda entre Daenerys Targaryen y Khal Drogo en la serie 'Juego de tronos', y que sirvió para imprimir dramatismo y belleza a películas como 'Furia de titanes' (1981), 'El conde de Montecristo' (2002) o 'Junto al Mar' (2015), protagonizada por Brad Pitt y Angelina Jolie cuando aún no necesitaban de sus respectivos abogados para comunicarse.

Apenas dos años después del colapso, y con la herida aún fresca, un ruso se ha propuesto resucitar el fabuloso arco mediante una gigantesca prótesis de acero poligonal reflectante, del mismo tamaño y proporciones que el miembro perdido, y devolver a Malta su emblema, ahora más biónico que natural. El audaz galeno es Svetozar Andreev (San Petersburgo, 1975), director ejecutivo de Hotei Russia, su propio estudio de arquitectura. «Los megalitos y las murallas de La Valletta también desafiaron en su día a la naturaleza», argumenta.

Cinco plantas interiores

El colosal proyecto que ha diseñado no consiste en una intervención meramente estética. La estructura planteada incluye un poderoso 'continente' de 5.000 metros cuadrados repartidos en cinco plantas dispuestas en forma de espiral. Andreev lo ha concebido como un gran centro de exposiciones «que incorpora un espectáculo de láser dinámico que representaría los últimos 5.000 años de la historia maltesa», según detalla en el comunicado que ha emitido para dar a conocer su plan. Sobre la estructura, un paseo que desemboca en un fabuloso mirador al aire libre.

La inédita propuesta, que el arquitecto e interiorista ha bautizado como 'El corazón de Malta', se ha encontrado con el entusiasmo de la mayoría de los isleños, según asegura el diario 'Times of Malta'. Una encuesta digital efectuada por la web Lovinmalta muestra que el 42% de los votantes respalda la atracción, seguidos de un indeciso 20%, que confiesa no estar seguro. El 38% restante se opone. «Que no haya chocado contra la indiferencia es una señal inequívoca del valor del proyecto», interpreta Andreev, quien por el momento no ha ofrecido ninguna pista sobre los detalles y los plazos constructivos de su arriesgado equipamiento cultural, y menos aún de su coste.

Lanzado el guante protésico, ahora son las autoridades del archipiélago las que tienen que calibrar si quieren y pueden permitirse un arco a lo 'blade runner'. No sería nada extraño que así fuera. En la última década, el interés de Malta por la arquitectura de campanillas ha quedado patente con la incorporación de dos macroproyectos firmados por dos de los estudios más afamados del mundo, el del italiano Renzo Piano y el de la malograda anglo-iraquí Zaha Hadid, ambos premiados con un Pritzker, el equivalente al Nobel. En este tiempo, La Valletta, una de las ciudades con mayor densidad histórica del mundo al albergar 320 monumentos en apenas 55 hectáreas, ha recurrido al artífice del Centro Georges Pompidou, en París, para dotarse de un nuevo Parlamento, y al estudio de la creadora de la colosal Ópera de Guangzhou, en China, para construir su primer rascacielos. La Torre Mercury tendrá 112 metros, en los que se habilitarán 31 plantas para apartamentos residenciales y habitaciones de hotel. Los promotores cuentan ya con los permisos pertinentes para emprender las obras.

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