Invernadero de una trasnacional del cannabis. Efe

El Congreso rechaza legalizar el consumo y venta de hachís y marihuana

El PSOE cierra el paso a la ley de Mas País, porque es favorable a autorizar el uso terapéutico del cannabis, pero no el recreativo

Martes, 19 de octubre 2021, 10:39

Fumar porros de hachís o marihuana en público y desde luego comprar y vender estos derivados del cannabis seguirá estando prohibido en España. Los más de tres millones de españoles que fuman, beben o comen habitualmente estas sustancias -entre ellos casi una tercera parte lo hace a diario- se enfrentarán como hasta hoy a importantes multas si son sorprendidos haciéndolo por la calle o en bares o si tienen en su poder aunque sean pequeñas cantidades de estos productos (hasta 30.000 euros).

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El pleno del Congreso rechazará esta noche comenzar a tramitar siquiera una proposición de ley de Más País que tenía como objetivo legalizar el consumo y venta tanto público como privado, tanto recreativo como terapéutico, de los derivados del cannabis siempre que se respetasen ciertos controles de seguridad.

Los más de 140 noes de PP y Vox se daban por seguros desde que el partido de Íñigo Errejón registró la iniciativa hace semanas, pero la clave de la derrota estuvo en las bancadas socialistas, que no estuvieron dispuestas a sumarse a los pocos más de 70 síes de la izquierda y de algunos nacionalistas (Más País, ERC, Unidas Podemos, EH Bildu, CUP, JxCat, Compromís, Nueva Canarias) y de Ciudadanos. La derrota de hoy, a la que también ayudó el PNV, anticipa lo que ocurrirá en próximas semanas con otras dos propuestas de legalización del consumo público de hachís y marihuana que traerán también a debate del pleno de la Cámara Baja Esquerra y Unidas Podemos.

El PSOE rechaza apoyar la toma en consideración de la ley porque aunque sí se declara partidario de que España regule y autorice el uso terapéutico bajo control médico de los productos del cannabis no acepta que sea libre e inocuo su uso recreativo. El delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, dependiente del Ministerio de Sanidad, que hoy comparecía para rendir cuentas de su gestión en el Congreso, reiteró los argumentos contrarios a la legalización que comparte con el PSOE. Los derivados del cannabis son drogas peligrosas, dijo, y hacen mal, añadió, quienes «banalizan» sus riesgos, pues recordó que provocan tantos accidentes de tráfico como el consumo excesivo de alcohol, producen brotes psicóticos en jóvenes y generan dependencia al 10% de consumidores habituales y al 50% de los diarios.

De hecho, los socialistas remitieron de nuevo cualquier debate sobre este asunto a los trabajos de la subcomisión parlamentaria monográfica creada la semana pasada a propuesta del PNV. Este foro tiene como objetivo, tras escuchar a expertos, científicos y afectados, hacer una propuesta en el plazo de seis meses al Gobierno, que cuente con el máximo consenso político posible, para que legalice el uso médico del cannabis, definiendo en qué circunstancias autorizarlo, con qué controles y para qué tipo de patologías.

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«El no, un regalo a las mafias»

Su postura «prohibicionista» fue duramente criticada por los grupos de izquierda y por Ciudadanos y Más País indicó que consideraba necesario una ley que legalizase todos los usos del cannabis para dar seguridad jurídica a millones de españoles -el 47% de los adultos son partidarios de la legalización-, para reducir el mercado negro, en manos de mafias y pequeños delincuentes, y para hacer aflorar esta economía sumergida, que considera que podría suponer unos 3.000 millones euros anuales más en impuestos, que al menos en un 60% propone destinar a programas de salud pública. «No regular -indicó Errejón- es un regalo a las mafias y una hipocresía».

Más País proponía en su ley permitir el consumo público sin más límites que la mayoría de edad y las restricciones aplicadas al tabaco y autorizar su libre compra y venta por adultos en un mercado regulado. Permitía el autocultivo con límites concretos y la venta en clubes de cannabis o tiendas, pero previa autorización administrativa del profesional, que estaría incluido en un registro con las características concretas de su negocio. Vox, sin embargo, creyó descubrir su intención oculta. «Quieren tener a los españoles colocados», les espetó su diputado Juan Luis Steegmann.

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El único uso del cannabis que por el momento apunta en España a una pronta legalización es el terapéutico, apoyada por el 90% de los españoles. Todo indica que tras el informe de la subcomisión habrá una mayoría parlamentaria suficiente para sacar de la clandestinidad a los miles de enfermos que desde hace años usan los derivados cannábicos para paliar los síntomas o los efectos secundarios de sus dolencias. Así lo hacen muchos pacientes oncológicos tratados con quimioterapia u otros que sufren dolores crónicos, pero también algunos con patologías degenerativas como la esclerosis múltiple, la fibromialgia, la artrosis o la artritis, e incluso niños con epilepsias refractarias.

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