La razón por la que no debes tirar nunca el líquido del yogur

De hecho, Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN), aconseja mezclarlo con el resto del yogur. «En el suero, que eso es lo que se separa del resto, pueden quedar proteínas y minerales. Lo más acertado, si el aspecto no nos gusta, es removerlo con una cuchara, volver a mezclar y homogeneizar el producto antes de tomarlo. Si a alguien no le gusta remover el yogur y tampoco le gusta ver este líquido separado de la matriz, al menos debe saber que lo que tira no solo es agua, sino agua con proteínas lácteas, calcio y fósforo».

Ese líquido, que realmente se llama suero, no está presente en los yogures caseros ni en los que se conservan en tarros de cristal. El motivo no es otro que la forma de elaboración, y es que los yogures con suero se fermentan en grandes recipientes y, después, se reparte en diferentes envases; al contrario que los caseros o los envasados en cristal, que se fermentan individualmente.

El suero aparece cuando el yogur pasa de los fermentadores a los envases de plástico. El cambio brusco que se produce al cambiar de recipiente provoca la creación del suero. Un suero en el que se concentran la mayoría de las proteínas del yogur y todos los demás nutrientes.

En los yogures envasados en cristal, sin embargo, el procedimiento es el mismo. No obstante, durante el tiempo de fermentación el producto ha permanecido cerrado, evitando la condensación.

Sin embargo, este proceso se produce inevitablemente en los tradicionales, de manera que en el líquido quedan concentradas todas sus propiedades, tal y como nos decían nuestras madres.